Simón Pieters

"Tenía en su mano una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su prostitución. En su frente estaba escrito un nombre, un misterio: Babilonia la grande, la madre de los inmodestos y de la abominación de la tierra. Y así concluye el libro de las revelaciones, mencionando tan solo a tres mujeres: dos prostitutas y una santa", escriben Tromben y Vargas en este libro.

"Tenía en su mano una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su prostitución. En su frente estaba escrito un nombre, un misterio: Babilonia la grande, la madre de los inmodestos y de la abominación de la tierra. Y así concluye el libro de las revelaciones, mencionando tan solo a tres mujeres: dos prostitutas y una santa", escriben Tromben y Vargas en este libro. .