Fiscalía acusó a Mauricio Sepúlveda, armero de profesión, de internar cuatro armas de fuego no declaradas por el Aeropuerto de Santiago, pidiendo 18 años de cárcel. Sin embargo, resultaron ser maquetas destinadas a ser expuestas en la FIDAE. Durante la investigación, se le incautaron 36 armas reales, las que ahora se encuentran perdidas.

En septiembre de 2024, tras una auditoría de CGR, la DGMN denunció a una lista de propietarios de armas que habían fallecido y cuyos herederos no habían reportado su tenencia. Sin embargo, la semana pasada el Ministerio Público decidió no perseverar en la investigación. Siete días después, Contraloría publicó una nueva auditoría a la pérdida de armas, remitiendo antecedentes similares a Fiscalía.