
El predio de 100 hectáreas tiene dos nombres, La Misión o Kultrunkura : uno ancestral y otro cristiano. Algo que puede ser una anécdota, pero que expresa una fuerte disputa entre la Diócesis de Villarrica -dominada por un obispo de una familia cercana a Paul Shäfer- y la comunidad indígena del sector que inició un proceso de recuperación territorial.