Este lunes 6 de enero, desde la Presidencia informaron que se designó a Ignacio Guerrero Toro como nuevo secretario ejecutivo del plan Recuperemos Chile, quien hasta esa fecha se desempeñaba como subsecretario de Economía y Empresas de Menor Tamaño.
Según informó el Gobierno, la iniciativa tiene como finalidad “la labor de reconstrucción de los daños que han afectado a un importante número de ciudades del país desde el 18 de octubre de 2019”.
Así, el comité reportará directamente a Sebastián Piñera y estará integrado por los ministros de Vivienda, Obras Públicas, Cultura, el subsecretario de Desarrollo Regional, además del arquitecto y urbanista Iván Poduje, quien ya se desempeñaba como asesor del Gabinete Presidencial en temas de desarrollo urbano.
INTERFERENCIA conversó con Poduje respecto a las proyecciones y criterios que serán implementados en un proceso de reconstrucción que contempla distintas etapas y plazos.
Lineamientos urbanísticos
En relación al rol que cumplirá como parte del plan Recuperemos Chile, Poduje afirmó que, a diferencia de lo que fue su labor en proyectos emblemáticos como Mapocho Río o el Paseo Bulnes, en los que tuvo un rol más activo formulando y liderando esas iniciativas, en esta oportunidad “va a ser una asesoría sobre lineamientos y criterios para reconstruir barrios dañados. Básicamente un trabajo de definición de proyectos para zonas dañadas”, explicó.
Sobre cuáles serán las etapas de reconstrucción, el arquitecto dijo que hay varias partes.
"La primera tiene que ver con normalización, es decir, que la ciudad siga funcionando y para ello hay que reponer elementos como semáforos o paraderos. Una segunda parte está relacionada con la infraestructura más relevante que está afectada, y eso incluye plazas o centros comerciales, por lo que también hay un componente privado. La tercera está en torno al trabajo de reconstrucción del Metro. Y la cuarta con hacerse cargo de deudas o temas que estaban antes del estallido, como la segregación, que hay que aprovechar para poder abordarlos. Son los temas que yo creo que hay que ver”.
En esa línea, el urbanista cree que se debería partir por recuperar centros comunales como Maipú, Puente Alto, Lo Prado, La Cisterna y Quilicura, “ya que son centros que están muy dañados y que abastecen a poblaciones muy grandes, cada uno de ellos. Hay que reforzarlos”.
En cuanto al papel que jugará el mundo privado, como el gremio inmobiliario, Poduje afirmó que “los privados que tienen un rol básico que cumplir son los que están afectados, como los supermercados o los centros comerciales. Por ejemplo, en el caso de Lo Prado la estación del Metro está destruida, pero en el entorno hay muchos locales que pertenecen a particulares, lo mismo que en el centro de Maipú. Entonces, ahí la clave es que puedan reconstruir sus locales y sus edificios, y también apoyar a los más chicos, ya que para ellos es más difícil esa reconstrucción y hasta la fecha varios de ellos han permanecido cerrados. Creo que las inmobiliarias tendrán un rol en esa línea, ya que proyectos de edificios no están contemplados hasta el momento, por lo que he visto en documentos”.
Por el momento, el arquitecto no pudo adelantar ni plazos ni presupuestos, al tratarse de variables que responden a casos específicos, y a proyectos que todavía no han sido desarrollados.
¿Partir de cero?
Consultado ante la posibilidad de resignificar la infraestructura dañada como una vía para replantear algunos espacios urbanos, Poduje cree que “sí, puede ser visto como una oportunidad, aunque esto me parece que es distinto a casos como el del 27F [terremoto de 2010], porque el daño es más atomizado”.
“Hay puntos muy críticos, pero es a menor escala, entonces es más difícil hacer proyectos de una envergadura mayor, pero sin duda que hay que hacerse cargo de deudas históricas. Por ejemplo, hemos trabajado en el proyecto de El Castillo en La Pintana, que es una iniciativa que venimos empujando desde hace tiempo, incluso antes de llegar a la Presidencia, y la idea es poder meterlo en el contexto de esto, puesto que en La Pintana el daño se concentra en Santa Rosa. En algunos casos esto se puede ocupar como una oportunidad para hacer algo distinto, pero también habrá que reparar lo que ya existía y lograr que la ciudad siga funcionando. En el caso de Valparaíso será más complejo porque todavía hay mucha violencia”, apuntó.
En relación al sector de Plaza Italia, Poduje aseveró que “ese es un tema complejo”.
“Ahí me parece que hay que retomar las ideas que venían de un concurso que se hizo hace un tiempo atrás -Paseo Cívico Metropolitano, en 2015- y ver cómo se pueden adaptar al contexto actual. La propuesta asumía que el lugar tenía un rol ceremonial y cívico, y en ese sentido uno debería tomar esas ideas, revisarlas y ver cómo se pueden implementar. En mi opinión, uno no debería volver a reconstruir todo como estaba, hay que hacerse cargo de lo que ha pasado, pero tampoco puede dejarlo destruido”, expresó.
Consultado sobre si la reconstrucción de dicho espacio debería considerar el nombre Plaza de la Dignidad, como ha sido bautizado el punto de encuentro de las manifestaciones post 18 de octubre, el arquitecto manifestó que “es un tema tan delicado. Yo tengo una opinión particular y creo que eso es algo que hay que definirlo participativamente. No sé cuánta gente está de acuerdo con eso. De hecho, hoy se conoce como Plaza Italia y se llama Plaza Baquedano. Esas cosas no se definen por decreto, y no me parece que sea el tema central. Lo de fondo, en ese caso particular, es poder recuperar el daño y la idea que se planteó en el concurso me parece oportuna, en el sentido de entender que esto ya no es una rotonda, sino que cumple otro rol en la ciudad y hay que pensarlo de esa manera”.
En cuanto a elementos como las esculturas talladas que fueron instaladas frente a la plaza y que representan a los pueblos originarios, Poduje dijo que “tienen que ser parte del proyecto. Creo que hay que reubicarlas en alguna parte, ya que hoy en día están en un tierral. Lo que yo he visto en casos de Inglaterra o Francia, es que tienes que reconstruir considerando que hay ciertos elementos que están ahí y que van a tener que quedar en lo que va a ocurrir, y no puedes hacer como que no pasó nada. Por eso vuelvo a la idea de tener una explanada, y ahí hay que ver cómo se dispone. Hay cosas que deben quedar, porque son parte de lo que ocurrió, pero hay que darles un diseño, que es la función que tenemos ahora”.
Sobre algunos edificios de privados con carácter patrimonial que resultaron afectados, el arquitecto cree que el Ministerio de Cultura, que es parte del comité, cumplirá un rol fundamental para rescatar esos inmuebles.
“El Centro Arte Alameda es una obra muy importante que hay que recuperar. Tiene una importancia simbólica y cultural que viene desde el Normandie en adelante. Al igual que la Galería de los Músicos del Crowne Plaza, son edificios privados, por lo que no sé cuál será el rol que tendrá el Estado, ya que generalmente se trabaja sobre espacios y edificios públicos pero no sobre los de particulares. Pero hay casos, como la Iglesia de San Francisco o el Centro Arte Alameda que me parece que hay que incorporarlos, por la importancia que tienen para la historia de la ciudad. Es una tarea compleja, y que requiere una mirada multidisciplinaria y participativa”, aseguró.
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