En un duro revés para los movimientos ambientalistas, comunidades locales e incluso el municipio de Pucón, ayer la comisión de Secretarios Ministeriales Regionales (Seremis) de la región de la Araucanía, con la venia del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), dio luz verde a la construcción de una central hidroeléctrica en la zona de Huife Alto, cercana al epicentro del turismo nacional e internacional en el sur de Chile.

En la sesión, realizada en Temuco, uno de los oponentes fue el propio intendente de la región. “No solo es un imperativo legal manifestarse en contra del proyecto, sino que un imperativo moral”, señaló Jorge Atton, según consignó el diario La Voz de Pucón. De hecho, el voto de Atton fue el único en contra, mientras que el sí al pryecto contó con 10 votos.

El temor de las comunidades y algunas autoridades de la región es que este proyecto energético tenga un impacto negativo sobre el turismo de la zona, el que se basa precisamente en la naturaleza salvaje e intocada de la región. El proyecto que se aprobó ayer supone intervenir casi cinco kilómetros de los ríos Llancalil y Liucura, a poca distancia de Pucón,  probablemente realizando las labores mediante tronaduras con explosivos, según consigna el diario local.

La central hidroeléctrica Llancalil pertenece a la empresa Inversiones Huife Limitida, representada por el ingeniero alemán Michael Heinrich Wagner. El proyecto contempla una inversión de 23 millones de dólares y se localizará a unos 35 km al este de Pucón, aguas arriba de la confluencia de los ríos Llancalil y Liucura. Esta central, de tamaño pequeño, aportaría unos 6,9 megawatts de energía, la que principalmente estará destinada a la misma región.

Tras la aprobación del proyecto, el alcalde de Pucón Carlos Barra (Renovación Nacional)  señaló sentirse “preocupado” por la actitud de los seremis, quienes su a juicio no escucharon a la ciudadanía. “Verdaderamente me preocupa la actitud de los seremis, porque primero está el bien común y escuchar a la ciudadanía”, afirmó a La Voz de Pucón.

El Servicio de Evaluación Ambiental tiene 10 días hábiles para publicar la resolución aprobada por la comisión de seremis ayer. A partir de ahí, las personas o autoridades que busquen impedir la ejecución de la central hidroeléctrica Llancalil tendrán 30 días para presentar sus objeciones.