Escaleras mecánicas, cajas con autoservicio, torniquetes electrónicos, totems de consultas a través de pantallas táctiles y trenes sin conductores, monitoreados desde pantallas en un centro de control. Todo lo descrito se ha vuelto habitual para los usuarios de las nuevas líneas 3 y 6 del Metro de Santiago. En los pasillos de sus estaciones, sólo se ven algunos guardias y personal de aseo. La automatización del trabajo ha generado que la cantidad de trabajadores se redujera en las nuevas estaciones.
A pesar de esta reducción, aparecen también nuevo puestos de trabajo, relacionados a este avance digital.
Uno de esos puestos es el de monitores. En general, en las estaciones pequeñas, son un par de personas que ayudan a los santiaguinos a usar las cajas de autoservicio. Sin embargo, en caso de algún error con la máquina, tienen un margen de respuesta limitado. "Parece que le tragó el billete... Tiene que llamar a ese número de teléfono", respondió uno de esos trabajadores, cuando la máquina de carga de tarjeta Bip de la estacion Parque Almagro no leyó cinco mil que ya se habían introducido. En el centro de llamados, toman todos los datos de la carga, el número de la operación, y a los pocos días cargan el monto en la Bip. El monto depositado solo se hace efectivo al introducir la tarjeta en un totem, otra máquina que se encuentra en cada estación de Metro.
Son cerca de 140 las personas contratadas por Metro para trabajar en la Línea 6, además de aquellos que prestan servicios a través de la subcontratación. Una cantidad menor que en las líneas más antiguas."Nosotros estamos aplicando acá la tendencia mundial de cómo son estas líneas", afirmó en noviembre de 2017 Rubén Alvarado, gerente general de Metro, cuando se inauguró dicha línea.
Eric Campos, presidente del sindicato de Metro, compartió la alegría por la inauguración de Línea 6, pero también manifestó preocupación por el avance de la automatización, habría reducido 150 puestos de trabajo en cada línea nueva.
“Una manera de abordar la automatización es con diálogo social, con participación del sindicato y acá lo que se hizo fue desoír a las organizaciones sindicales el 2009, cuando se anunció que eran trenes sin conductor. Nosotros lo miramos de manera crítica, pero también creemos al mismo tiempo, que tenemos el desafío de plantear soluciones", afirmó Campos en esa ocasión.
El equipo de INTERFERENCIA viajó por Línea 3 y Línea 6 de Metro. En medio del avance de la automatización en el transporte público, éstas fueron las mejores postales.
Comentarios
Añadir nuevo comentario