Martin Hilbert está apurado. Hace menos de 12 horas se encontraba en la Antártica. Viajó a Santiago y, apenas pudo, se integró al Congreso Futuro 2019. En 24 horas más expondrá sobre Big Data en el panel "Datos, el nuevo petróleo". Se mueve a paso apresurado por los pasillos del Congreso en Santiago y advierte en un español chilenizado: "tengo diez minutos no más". El tiempo del profesor de comunicaciones de la Universidad de California es escaso y debe repartirse entre diversas solicitudes de entrevistas.
PhD en Ciencias Sociales y doctorado en Comunicaciones, se ha especializado en el área de estudios de la Big Data e inteligencia artificial. Su trayectoria y conocimiento lo han llevado a desempeñarse como asesor tecnológico de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, cargo que ocupa tras haber trabajado durante 11 años en Chile como funcionario de la CEPAL.
El autor del primer estudio que midió cuánta información hay en el mundo, habló con INTERFERENCIA sobre el rol del periodismo, el Estado, y la sociedad en torno a un fenómeno que se toma las redes sociales: las fake news o noticias falsas. Tal como se hizo con la radio después de que Hitler la ocupara como principal herramienta de difusión del discurso nazi, Hilbert llama a seguir el ejemplo y regular las nuevas plataformas de comunicación y su gran alcance.
Hay que ser consciente de que no es la tarea de las redes sociales controlar las fake news. Es una red de entretención, no es el propósito de ellas informarte.
Tomando en cuenta que las noticias falsas se viralizan a mucha mayor velocidad que una noticia real, ¿deben los usuarios de redes sociales identificarlas como falsas, expandiéndolas a la vez?
Creo que es bueno identificarlas, distinguirlas. También hay que ser consciente de que no es la tarea de las redes sociales controlar las fake news. Es una red de entretención, no es el propósito de ellas informarte. Y bueno, siempre algunas historias resultan un poco más entretenidas, a la gente le gusta... Para eso están las redes sociales; para vender comerciales. Igual que una empresa, tiene que tener una meta y la de estas redes no es informarte ni asegurar que te comuniques sin distorsión con tus amigos. No te venden servicios de comunicación, sino un servicio de optimización comercial.
Las noticias falsas, entonces, seguirán encontrando en las redes sociales una plataforma para proliferar. ¿Qué puede hacer el periodismo para frenar su impacto en la opinión pública?
Hay que identificarlas. Esa es una primera tarea. Después la gente puede decidir qué hacer con ellas.
¿Puede fiscalizarse el efecto que tienen estas noticias en la política? ¿Puede el periodismo cumplir esa tarea?
El rol del periodismo es muy válido ahí. El New York Times ha aumentado mucho sus lecturas y suscripciones desde que Donald Trump se hizo presidente. La gente vuelve, y eso hay que reconocerlo. Ahora la información, el periodismo informativo no es gratis. Alguien tiene que pagarlo. Entonces, hay que ver que ambos, la profesión y el público desarrollen estándares, entendiendo el público también como el Estado, el gobierno y la regulación. Tiene que haber regulación. Esto se puede ver en tecnologías anteriores como la radio. Cuando se inventó la radio, era una tecnología bidireccional. Ahora estuve en la Antártica con algunos colegas y ahí hablaban entre ellos por radio.
Se habla por radio, la radio tiene una uplink [conexión]. Pero había un partido político, con un señor en particular, el señor Adolf Hitler, que dijo "ah, esta tecnología es muy lista. Yo la puedo utilizar para promover mi agenda", y entonces desarrolló una radio que solo podía recibir. Y fue muy barato. Fue la primera vez que la gente tuvo el lujo de tener radio en su casa. Este fue el primer modelo de radio, muy famoso en Alemania. Como el iPhone, que fue un cambio paradigmático, igual de grande. Y Hitler lo uso para promover su agenda, la propaganda Nazi. Se influenció mucho a la gente. Después esto no fue muy bueno... Se empezó a investigar y se dijo "miren, la radio, especialmente cuando sea usada con la política, tiene que tener algunas reglas".
Puedes llevar a juicio a un periodista en la radio. No puedes llevar a juicio a Facebook por su contenido ya que no se hace responsable de él. Es una plataforma para compartir cualquier cosa.
En cuanto a la tecnología, fue triste ya que se cohortó el uplink, digamos, pero después se desarrollaron estándares periodísticos que ahora se usan en la radio. Están bajo diferentes leyes que Facebook, por ejemplo. Puedes llevar a juicio a un periodista en la radio. No puedes llevar a juicio a Facebook por su contenido ya que no se hace responsable de él. Es una plataforma para compartir cualquier cosa. Por otro lado, el gobierno; nosotros, el público, comenzó a regular con leyes [a la radio].
¿Cómo se ve esa regularización hoy en día con la tecnología?
Por ejemplo, en elecciones políticas ya no se puede tener comerciales en la radio y en la televisión todos los días. Las redes sociales no tienen estas leyes. La tecnología, por un lado, está también tratando de cambiar [las leyes] para servir a más fines comerciales de lo que ya existe. Esto tiene que ver con la Net Neutrality, una lucha muy grande que se está perdiendo. El gobierno de Estados Unidos abandonó la neutralidad de la red. Tienen que desarrollarse nuevos estándares periodísticos, no es nada nuevo. Siempre que viene una nueva tecnología pasa lo mismo. Pero es peligroso, te digo. Esto que los Nazis hicieron fue poderoso. Llevó a mucha destrucción. Hay que ver cómo crear estándares y regulaciones que nos sirvan para estas nuevas tecnologías
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