“Un virus entre sombras”, el libro de Pablo Zeballos, tiene un título de novela o bien de conspiración terrorista, pero le falta el apellido: “La expansión del crimen organizado y el narcotráfico en Chile”.
El texto de este ex oficial de Carabineros y hoy devenido en experto y asesor nacional e internacional, ausculta y enfrenta al fenómeno. Por ello, puede ser leído como un ensayo o bien como una voz de alerta, una advertencia.
Podríamos llamarlo un “yo acuso”, porque en sus páginas, Zeballos va detallando no solo descripciones, conceptos para definir al crimen organizado, sino también los alcances del mismo y -desliza- cómo erroneamente la clase política se refiere y se ha referido a este tipo de delincuencia premium.
“Un virus entre sombras” se lee rápido, es ameno y sobre todo, entrega conocimientos. Recorre nuestra historia reciente y la de Brasil, Colombia, Perú, pero desde el lugar de la asociatividad delictiva y la creatividad del grupo criminal que le permite permanecer, crecer, mejorar, violentar y asesinar.
El libro no solo aborda el pasado, sino también la actualidad; por ejemplo, cuando revela el aumento de barberías en Chile y la cruda sospecha de que se trata de fachadas del crimen organizado, para blanquear el origen ilícito del dinero y así ingresarlo al sistema financiero formal.
El crimen organizado no solo es una agrupación de personas que deciden vivir en el lado equivocado, sino que se instalan como sujetos que cometen una pluralidad de delitos: narcotráfico, tráfico de armas, lavado de activos, homicidios, control territorial, secuestro, tráfico de migrantes, trata de personas con fines de explotación sexual, extorsión. La lista es larga. Y cuando se radican en un lugar, también suelen convertirse, escribe Zeballos, ese territorio suele convertirse en un “business center”.
En 177 páginas y bajo el sello Catalonia tiene un precio accesible y Zeballos incluye un plus: hay artículos que profundizan algunos aspectos previamente desarrollados. Está el periodista Carlos Basso, el fiscal regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, entre otros, que le agrega la mirada legal y la fenomenológica.
Opacidad
En su análisis, Zeballos describe el funcionamiento de las bandas dedicadas al negocio ilícito: el Tren de Aragua, Los Pulpos de Perú, el Comando Vermelho de Brasil, Los Lobos de Ecuador, entre una larga lista que incluye casos de albaneses, como también los criminales chinos que de un tiempo a esta parte se han instalado en Chile.
Una de sus tantas alarmas, es la corrupción. Y no cualquiera. Se trata de la más peligrosa: la penetración del crimen en la estructura del Estado para sus fines.
En este sentido, la democracia está en peligro -apunta el autor- y la frontera se cubre de opacidad entre la criminalidad y el Estado.
Y compara nuestra actualidad con las mafias italianas, que lograron negociar con el Estado durante décadas, incluso participar en el asesinato del juez antimafia Giovanni Falcone (a principios de la década 90) cuando se trasladaba en la carretera.
Algunos especialistas le llaman a esta corrupción la pax mafiosa, otros el Estado Híbrido; pero Zeballos entrega una expresión más precisa: el Estado Agnóstico, citando al especialista Douglas Farah.
“”Estos estados se convierten en ideológicamente agnósticos, es decir, más allá de su retórica ideológica o política, sus verdaderos intereses y acciones, se rigen por agendas ocultas y alianzas clandestinas”, detalla Zeballos. En simple, el crimen organizado necesita sí o sí la corrupción como un vehículo.
El título “Un virus entre sombras” es atingente y descriptivo porque todo virus necesita un huésped, un lugar donde asentarse. Se basó, en parte, en la mitología de la Hidra de Lerna, “una criatura capaz de regenerar dos cabezas por cada una que se le cortaban”.
El alcance no es muy distinto al de los académicos, cuando llaman a la modernidad una “hidra” de tres cabezas: razón, progreso y ciencia.
Mitología y modernidad conforman también el discurso y el relato del libro de Zeballos; porque para los efectos prácticos si un miembro del crimen organizado muere o es encarcelado, de inmediato le sigue otro. Y esto en un contexto donde la tecnología se ha vuelto carne.
La pregunta
Refiere también a los prefijos intra y extra. Básicamente, para referirse a cómo estas bandas de mayor especialización actúan intra o extramuros.
Sabido es que desde los penales se dirigen organizaciones que operan fuera de los barrotes, usando teléfonos celulares y corrompiendo a los guardas del servicio de prisiones.
De allí que surge la pregunta de cómo es posible que exista tecnología para cometer delitos en un lugar donde -supuestamente- debiera ocurrir todo lo contrario.
En palabras de un ex ministro de Justicia, “en la cárcel ocurre todo aquello que nunca debe ocurrir”.
En este sentido, Zeballos agrega que el fenómeno del crimen organizado debe tener a los políticos y la ciudadanía como un ejército dedicado a erradicarlo y a no mirarlo con ingenuidad.
Esto -agrega- no es un desafío fácil de resolver cuando en Chile, la seguridad suele ser una bandera de lucha en la derecha -o bien llamados halcones- y por otro, quienes siguen pensando que todo responde a la exclusión. Esas son las palomas.
En síntesis, quien lea “Un virus entre sombras” sumará conocimientos, auscultará al fenómeno del que todos hablan a diario en la cena, al desayuno o quizás en el ascensor.
Y cita una frase para el bronce del ex titular de la ONU, Kofi Annan, sobre el crimen organizado.
“Son poderosos y representan intereses arraigados y el peso de una empresa mundial de miles de millones de dólares; pero no son invencibles".
Cómo sea, este libro es una mirada preclara del llamado a la urgencia, acaso un grito desesperado para que el día no se convierta en noche, para evitar que el virus tenga un huésped, pero por sobre todo, para no ser arrastrados por la oscuridad.
Comentarios
Añadir nuevo comentario