
El pulmón del mundo está en crisis y el presidente de Brasil, país en donde se encuentra un 65% de la Amazonía, ha basado su gestión en el gobierno en fomentar la explotación de recursos naturales mientras niega los datos respecto de la deforestación.

En la primera semana de gobierno de Jair Bolsonaro, la primera preocupación que emerge son las políticas destinadas a desproteger la Amazonía brasileña y en especial, la que está al cuidado de los indígenas.