plebiscito 2022

Las encuestas realmente se equivocaron. La distancia entre los votos que aprobaron y rechazaron el texto constitucional propuesto por la Convención alcanzó los veinte puntos porcentuales y el Presidente, aunque reconoció la derrota, no hizo una autocrítica en su cadena nacional. Pero son los no militantes los que debiesen tener espacio en la etapa que sigue para crear una nueva carta magna.

El Presidente anunció una serie de reuniones con todos los sectores para intentar convenir una nueva ruta para el cambio constitucional y sugirió que realizará un ajuste en el Gabinete. El problema es que Chile Vamos ya se descolgó del llamado y comenzó el periodo de caza de los ministros más debilitados, como Giorgio Jackson e Izkia Siches.

Después de la experiencia en la Convención, los sectores independientes que venían de los colectivos de la sociedad civil han mantenido el trabajo en conjunto en el Comando Nacional de Movimientos Sociales, proyectando una campaña descentralizada tal como hicieron para el plebiscito de 2020.

El histórico dirigente del cobre y ex diputado de la Falange abordó el llamado de algunos referentes de la colectividad a determinar libertad de acción de cara al plebiscito por la nueva constitución. Asimismo, criticó el manejo de los dirigentes sindicales en torno a la reciente protesta por el cierre de Codelco Ventanas.

Su actividad data desde incluso antes de la entrega del borrador constitucional. Entre ellos está Amarillos por Chile, y varias agrupaciones ligadas a convencionales de derecha como Bernardo Fontaine, Constanza Hube, Martín Arrau, Carol Bown, Bárbara Rebolledo, y otros personajes como Francisco Orrego, de ‘Con mi plata no’.

Si bien aseguran contar con 50 mil adherentes en su página web, entre Facebook e Instagram apenas suman 12 mil seguidores. A través de sus anuncios -en los que declaran 'alerta roja' porque la nueva Constitución creará un Estado Regional- han llegado a 3,5 millones de chilenos, en su mayoría capitalinos.