Esto se chacreó. Esta bien la pluralidad y la participación, pero ello no puede llevar a que la redacción de la constitución se transforme en un sin número de montoneras conformada por no pocos francotiradores. Esto partió mal desde un principio con aquel incestuoso Acuerdo por la Paz que se reunió precipitadamente para salvarle el trasero a Piñera en momentos que estaba entre las cuerdas. Se repite el mismo escenario ya conocido, cuando la Concertación se afanó por rescatar de la justicia internacional al dictador Pinochet, y ahora esos mismos se mostraron prestos para salvar a Piñera.