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Viernes, 8 de Agosto de 2025
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Sindicato de Chilterra señala que Banco Santander deberá asumir los costos sociales de eventual fracaso de proyecto agroindustrial de mapuches y trabajadores

Maximiliano Alarcón G.

chilterra

Terrenos de Chilterra.
Terrenos de Chilterra.

El presidente de la organización de trabajadores aseguró que la empresa bancaria de origen español es la única que estaría afectando el surgimiento de la empresa láctea impulsada por comunidades mapuches.

Un duro revés recibieron las organizaciones mapuche Alianza Kiñe Rakizuam y Corporación Kume Ulmen, junto con el Sindicato Nº 1 de Trabajadores de Chilterra en su intento de levantar una industria de lácteos en la Región de los Ríos, puesto que Banco Santander no dio un visto bueno a una petición fundamental para su avanzada.

Los mapuche buscan adquirir –a través de la compra de Conadi– cerca de 4.000 hectáreas del fundo El Huite perteneciente al Grupo Chilterra, incluyendo el ganado y la industria productora de leche, para posteriormente reactivarla y desarrollarla junto con los trabajadores de Chilterra. Pero para esto necesitan que Banco Santander desista de la solicitud de quiebra en contra de Agrícola Dos Ríos Ltda.

Lo anterior se debe a que dicha empresa es parte de Grupo Chilterra y en específico, la que contrata a los cerca de 80 trabajadores directos del fundo El Huite. Por tanto, con la desaparición de Agrícola Dos Ríos los terrenos en cuestión y sus instalaciones quedarían abandonadas y expuestas a daños como robos y saqueos, lo cual terminaría por derribar la iniciativa agroindustrial de las comunidades al eventualmente cambiar las condiciones consideradas en la compra.

El sindicato y las organizaciones mapuche pidieron al Banco Santander que desistiera de la solicitud de quiebra, pero en respuesta entregada a este diario, la empresa de origen español no acogió el emplazamiento.

Tal como informó Interferencia anteriormente, el sindicato y las organizaciones mapuche pidieron al Banco Santander que desistiera de la solicitud de quiebra, pero en respuesta entregada a este diario, la empresa de origen español no acogió el emplazamiento.

“Dicha empresa (Agrícola Dos Ríos Ltda.,) presentó un Acuerdo de Reorganización Judicial a sus acreedores, habiéndose aprobado este último en el mes de noviembre de 2022.

Ante el incumplimiento de la proponente, de los pagos ofrecidos respecto de sus diversas acreencias, lo que se encuentra certificado por el Interventor don Patricio Jamarne Banduc, tanto Banco Santander-Chile, como otros acreedores, solicitaron su declaración de incumplimiento, lo cual fue así declarado mediante sentencia definitiva de fecha 22 de septiembre de 2023, la cual se encuentra apelada por la proponente y próxima a ser vista por la Ilustre Corte de Apelaciones de Santiago. 

Como ha sido siempre su proceder, el Banco dará estricto cumplimiento a lo que se resuelva por los tribunales de justicia”, indicaron.

La contestación del banco motivó la reacción del presidente del Sindicato Nº 1 de Trabajadores de Chilterra, Erwin Guentrepán, quien aseguró que las palabras emitidas desde Santander “no dicen mucho”.

"Al ejercer acciones judiciales, hay que hacerlo considerando el contexto y las consecuencias sociales que puede acarrear una acción legal, pero innecesaria”

“Señala que cumplen con lo ordenado por los tribunales. Nosotros también actuamos apegados al derecho, pero creemos que al ejercer acciones judiciales, hay que hacerlo considerando el contexto y las consecuencias sociales que puede acarrear una acción legal, pero innecesaria”, dijo.

A esto agregó que el Banco Santander tiene claro que recibirán lo que Agrícola Dos Ríos Ltda., les adeuda: 

“Todos saben que se van a vender los campos y se les va a pagar la deuda. Si bien Banco Santander y otros acreedores solicitaron una declaración de incumplimiento, hoy los españoles están solos. Todos los demás acreedores están alineados esperando la venta de los campos. Nadie quiere perjudicar esa operación. Si el Santander lo hace, tendrá que asumir los costos del impacto social que generará tal acción, tanto con los trabajadores como con las comunidades indígenas. Esperamos que el gerente reciba a las comunidades y conozca el proyecto. Es mucha la gente involucrada, entre trabajadores actuales y aquellos a los que les deben los finiquitos. Todos dependemos de la venta de los campos”, finalizó.

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