A principios de los años ochenta, hubo una película que dejó la patá en Chile. Se llamaba '¿Y dónde está el piloto?' -en inglés, 'Airplane!'- Era una cinta llena de gags, chistes, una serie de historietas una tras otra, con un arco dramático que la circunvalaba, pero que en el fondo dependía de sus tallas originales. La película era de un trío de productores y directores que se llamaban Zucker, Abrahams y Zucker (ZAZ Productions). Ellos hicieron más tarde una segunda cinta que fue también muy popular en Chile, que se llamaba 'Top Secret'. En esta película, fue la primera vez en que actuó Val Kilmer, quien instauró buena parte su fama en Chile por ella, que trataba de unos espías y de un caso en Alemania Oriental.
Luego de este papel gracioso, Kilmer interpretó a Tom 'Iceman' Kazanski en 'Top Gun', siendo el rival de Tom Cruise. Según Tarantino, la relación gay entre ambos personajes era bastante explícita en muchas secuencias de la cinta, como el juego de volleyball en la playa, por ejemplo; y ello hacía que esta película, que había sido promocionada fundamentalmente por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, finalmente tuviera una lectura que ya no era simplemente la promoción de las fuerzas armadas estadounidenses, sino que tenía una clave distinta.
Kilmer tendría un tercer personaje legendario en Jim Morrison en la película 'The Doors', dirigida por Oliver Stone, quien también hacía sus armas en aquellos años con películas que trataban de romper con cierta estructura de los filmes más convencionales dentro de la industria cinematográfica de Hollywood. Aunque siempre dentro del mainstream, el personaje de Morrison interpretado por Kilmer logró una amplia cobertura mediática y una amplia repercusión para resucitar a este frontman y poeta de los años sesenta.
No contento con eso, Kilmer también actuó en 1995 como protagonista en 'Batman Forever', la película dirigida por Joel Schumacher, que en realidad no tuvo el éxito que sus predecesoras, desde la recuperación de la saga Batman a finales de los años ochenta por Tim Burton.
De este modo, como un espía histriónico y gracioso, como un piloto de aviones supersónicos, como un músico popular alternativo o como un superhéroe, Kilmer jugó con múltiples facetas y logró convertirse en una de las estrellas más legendarias del cine de los años ochenta y principios de los noventa, sin salirse para nada del arquetipo de héroe mainstream, pero jugando con la idea de que se puede ser muchos personajes al mismo tiempo.
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