
"Los servicios de inteligencia chinos operan mejor con gobiernos y empresarios de derecha. Son más fáciles de reclutar para ellos por su debilidad por el dinero, lujos y represiones sexuales".

La movilización ciudadana en la ciudad semi-autónoma se reactivó luego de que el gobierno chino propusiera una nueva ley de seguridad nacional que busca perseguir “la traición, la secesión, la sedición y la subversión”.