
Un default de Estados Unidos ya no parece una posibilidad distópica. El reloj corre en contra del congreso para evitarlo. Si sucede, el mundo ya no será el mismo.

Coincidencia o no, el apogeo de la URSS duró casi las mismas cuatro décadas que el período de oro del capitalismo financiero global, basado en tasas de interés bajas y bonos del tesoro. No es fácil pensar en lo que vendrá después.