Alexander Samuel

La agencia londinense, Forensic Architecture, midió la acumulación de gas CS durante el 20 de diciembre de 2019. Por momentos, las concentraciones también superaron 27 veces el nivel que entidades califican de “peligrosidad inmediata para la vida y salud”.

Luego de que decenas de manifestantes resultaran quemados, Carabineros negó utilizar soda cáustica o químicos similares en los carros lanza agua. Pero un componente que oficialmente sí emplean puede causar quemaduras de 1º y 2º grado, según estudios en Francia, Uruguay, Japón, Inglaterra y EE.UU. Varios factores potencian este efecto lesivo.

A petición de Carabineros, la entidad elaboró un documento donde se evalúa el impacto a la salud del armamento. Si bien no lograron estimar las concentraciones mínimas necesarias para dañar, el ISP advirtió que los elementos podrían potenciarse entre sí. INTERFERENCIA publicó anteriormente un estudio científico que demuestra que las lacrimógenas generan cianuro en el organismo.

Según el estudio, largas exposiciones al gas CS – como las ocurridas durante el estallido social – son un “gran factor de riesgo para el cerebro, hígado, riñones, ojos y el sistema gastrointestinal”, tanto para manifestantes como para policías.