
La empresa colombiana ISA llevó a Chile a un arbitraje ante la Ciadi. Ante ello, el gobierno invitó a varios estudios para postular a la defensa, entre ellos a Foley Hoag, donde Benjamín Salas fue a trabajar meses atrás. En círculos legales, se dice que la firma podría estar asesorando a Piñera en causas internacionales en su contra en materia de derechos humanos.

La comuna de descanso de la elite chilena está envuelta en un torbellino. Gustavo Alessandri parece sentirse traicionado y ha emprendido una cruzada de transparencia, "caiga quien caiga".