
Un denuncia por violación y abusos sexuales a un menor pone bajo la lupa investigativa por primera vez a un cardenal chileno por este tipo de crímenes. Nadie en la Iglesia chilena quiso referirse al caso, incluido Felipe Berríos, quien ejerce su sacerdocio en Antofagasta, donde el fallecido Oviedo fue obispo y cometió los presuntos delitos en 1987.