Hassan Nasrallah

Este martes se llevarán a cabo las elecciones en Estados Unidos y el escenario se encuentra abierto para Kamala Harris o Donald Trump. La votación produce expectación mundial, más allá de la disputa interna, por las consecuencias geopolíticas que la victoria de uno o de otro produzcan en el tablero mundial.

Los iraníes no pueden quedarse de brazos cruzados ante el ataque contra sus aliados, pero tampoco es claro que le convenga entrar en el juego de escalamiento al que está apostando el premier israelí, Benjamin Netanyahu. El desafío de Irán es entonces encontrar una respuesta lo suficientemente creíble de su poder, capaz de hacer daño real a Israel, sin provocar una guerra directa.