Iván Aróstica

Aunque tiene sus días contados en la Convención Constitucional, La Moneda busca quemar los últimos cartuchos para, por primera vez en 30 años, girar el Tribunal Constitucional hacia la izquierda. Mientras tanto, el ministro Letelier, abogado defensor de agentes de la CNI e involucrado en el Caso Penta, podría asumir de facto la presidencia del TC.

El Tribunal Constitucional apostó por su propia supervivencia y dejó al presidente solo en su intento por evitar un tercer retiro de fondos de las AFP. En tanto, el panorama partidista muestra a un oficialismo más alejado de La Moneda y a una oposición más cohesionada. Por su parte, el descontento social sigue marcando la pauta.

María Luisa Brahm, presidenta del TC y ex jefa de asesores del gobierno de Piñera, presentó el lunes un escrito argumentando que el reglamento que investiga y determina responsabilidades administrativas en el TC -aprobado por ella misma años atrás- no puede aplicarse a los ministros de dicho tribunal, permitiéndole evitar el sumario en su contra. Una sesión extraordinaria de ese tribunal deberá pronunciarse al respecto.