Miguel Sessa

Una vez que el movimiento nacionalista optó por tener un brazo armado para derrocar a Salvador Allende, Roberto Thieme fingió su muerte y se fue desde Colonia Dignidad a Argentina a montar un campamento de entrenamiento de comandos. Un accidentado vuelo desde Buenos Aires puso en evidencia la colaboración entre los sediciosos chilenos y la fuerzas armadas argentinas. Este artículo fue publicado originalmente el 19 de agosto de 2019 en un especial llamado La Araña.

Si bien el movimiento nacionalista realizó grandes esfuerzos por derrocar a Salvador Allende, estos no fueron decisivos. Protagonizaron un golpe fallido -el Tanquetazo- que provocó que reinara el caos entre sus filas, obligando a los principales dirigentes pasar a la clandestinidad, desde donde estaban cuando sucedió el golpe definitivo del 11 de septiembre.

Una vez que el movimiento nacionalista optó por tener un brazo armado para derrocar a Salvador Allende, Roberto Thieme fingió su muerte y se fue desde Colonia Dignidad a Argentina a montar un campamento de entrenamiento de comandos. Un accidentado vuelo desde Buenos Aires, puso en evidencia la colaboración entre los sediciosos chilenos y la fuerzas armadas argentinas.