reforma tributaria de Boric

El objetivo es muy difícil de conseguir en clave negociadora, pues el Ejecutivo tendrá que convencer al menos a 10 parlamentarios de oposición para continuar con la tramitación de la reforma tributaria. La intención es traspasar la responsabilidad de un problema país a la oposición en uno de los escenarios más desfavorables para La Moneda: el Senado.

El gobierno de Boric apuesta a un triunfo político tramitando rápidamente la reforma antes del plebiscito, buscando así un repunte de popularidad que beneficie al ‘apruebo’. El proyecto pretende aumentar la recaudación fiscal gravando a las grandes riquezas y a la minería a través del royalty, pero parlamentarios oficialistas y de derecha opinan que la tramitación no podrá ser tan expedita.