Partido de los Trabajadores

En el primer debate presidencial de cara al balotaje del domingo 30 de octubre, el ex Presidente Lula da Silva (2003-2011) y el actual mandatario Jair Bolsonaro (2019 a la fecha) no se guardaron nada y en repetidas ocasiones trataron al contrincante de “mentiroso” y criticaron duramente las falencias de sus respectivos gobiernos.

Pese al mal manejo de la pandemia, la ayuda social impulsada por el poder político brasileño le ha permitido al gobierno sumar apoyos incluso en sectores históricamente ligados a Lula da Silva. Actualmente se discute la posibilidad de entregar el beneficio por más tiempo.

El ex mandatario fue liberado tras una resolución de la Corte Suprema de su país que beneficia a miles de personas encarceladas que no han pasado por todo el proceso penal. Ante la noticia, el presidente Jair Bolsonaro fue más cauto de los habitual, aunque respaldó a su ministro de justicia Ségio Moro, quien fue quien encarceló a Lula y quien está fuertemente cuestionado por las filtraciones de The Intercept que demuestran que actuó parcialmente.

Al igual que en Israel, Rusia y Hungría, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que mantendrá un rígido control sobre las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y puso en la mira a los campesinos que han sido rebeldes hasta con Lula da Silva.

Los sondeos dicen que no habrá un ganador en la primera vuelta de este domingo. Pero gane quien gane, los resultados afectarán la política y el equilibrio de poder en la región. Todo indica que se dará una estrecha pelea entre Bolsonaro, ex militar de extrema derecha, y Haddad, el delfín de Lula da Silva. El centrista Ciro Gomes quedaría fuera de una segunda vuelta.

El ex capitán del Ejército Jair Bolsonaro corre con ventaja para ganar la primera vuelta presidencial de Brasil el 7 de octubre. ¿Cuál es el papel que desempeñan los militares en la actual política de ese país?