A fines de diciembre pasado, la disputa por los servicios de salud que las mutuales de seguridad prestan fuera del seguro laboral obligatorio sumó un nuevo hito. Pasó que la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) emitió una circular en la que busca regular el uso de la marca asociada a la mutual en centros clínicos donde presten servicios no correspondientes a accidentes del trabajo. Como por ejemplo, la ACHS, que tiene clínicas en regiones en las que se atienden personas que no necesariamente sufrieron un episodio laboral, pero que recurren a estos lugares por la confianza que existe sobre esta institución.
La autoridad quiere regular y evitar "subsidios de marca". Parte de ello lo explicó la superintendenta de Seguridad Social, Pamela Gana, en una comisión de la Cámara de Diputadas y Diputados de diciembre pasado, en la que dijo:
"En el caso de la ACHS, por ejemplo, tiene una red de clínicas regionales que son parte de sus filiales. El 95% de las prestaciones que entregan esa red de clínicas regionales no son prestaciones al seguro (laboral), sino que son prestaciones privadas que cualquiera de nosotros, estamos afiliados o no a la ACHS, podemos ir a atendernos a esas filiales".
Es por eso que la circular emitida por la Suseso con fecha 23 de diciembre, dio un plazo de 20 días hábiles para que los organimos administradores informaran los planes de regularización que elaborarían para dar cumplimiento a las nuevas normas, que deben ser aprobados por la Superintendencia. En concreto, la ACHS debería cambiar de marca en sus clínicas regionales.
El plazo se cumplió a fines de enero, e Interferencia consultó con la Suseso si dichos planes habían sido comunicados desde las mutuales, pero señalaron que a solicitud de éstas se realizó una prórroga con una nueva fecha del 10 de marzo para entregar una respuesta.
Como contexto, si bien la circular se refiere en general a las mutuales, es una suerte de secreto a voces que va dirigido en específico a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), quienes consultados por esta redacción, indicaron esperarían el nuevo plazo para contestarle a la Suseso.
La Achs en el centro del debate: una cronología
Son varios los antecedentes que de forma implícita dan a entender que la arremetida de la Suseso tiene como foco a la ACHS.
Uno de los primeros hitos ocurrió en diciembre de 2023, cuando las clínicas que agrupa el holding Andes Salud acudió al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) para que investigara si los permisos entregados por la autoridad para que las mutuales operaran fuera del ámbito del seguro laboral podrían implicar una vulneración a la libre competencia.
Andes Salud apunta a la posibilidad de que existan subsidios cruzados y que la ACHS aproveche, con los fondos provenientes de las cotizaciones pagadas por los empleadores, financiar otras áreas como las prestaciones privadas.
En esa línea, la ACHS comenzó a ofrecer servicios más allá del seguro de accidentes laborales y con ello generaría una competencia desleal con los prestadores de salud privados.
Luego, en enero de 2024, el TDLC dio curso a la consulta realizada por Andes Salud y se decidió oficiar a las siguientes entidades: Fiscalía Nacional Económica, a la Suseso, al Ministerio del Trabajo y Previsión Social, al Ministerio de Salud, al Instituto de Seguridad Laboral, a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), a la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y al Instituto de Seguridad del Trabajo.
Lo anterior, "a fin de que éstos, así como otros que también tengan interés legítimo, aporten antecedentes dentro del plazo de 30 días hábiles contados desde la publicación del extracto de la presente resolución en el Diario Oficial".
Sin embargo, el TDLC acotó la solicitud elaborada en la consulta de Andes Salud y limitó su pronunciamiento solo a la Extensión de la Atención Médica permitida por las autoridades en cuestión y dejó fuera aspectos como los contratos para la prestación de servicios de salud con el Estado y la expansión de la ACHS.
Ante ello, Andes Salud apeló la decisión del TLDC ante la Corte Suprema en febrero de 2024, pero el máximo tribunal rechazó el recurso y ante un recurso de reposición presentado por la defensa de Andes Salud, volvió a ratificar su decisión.
Uso de marca "genera una distorsión en la selección de la mutualidad"
Las mutualidades reciben el 0,9% del sueldo imponible de los trabajadores para la cobertura de tratamientos y licencias médicas en razón de accidentes laborales, lo que en relación a la baja de accidentes y enfermedades asociadas al trabajo en el último tiempo, han provocado que las mutuales generen una acumulación de miles de millones de pesos permitiendo así una expansión en el rubro privado de salud.
De hecho, actualmente la ACHS cuenta con ocho clínicas regionales que usan el nombre de la marca asociado y, según fuentes extraoficiales señalaron a Interferencia, están en negociaciones para comprar una novena en medio de todo este debate.
En adición, en una entrevista con Pulso en mayo de 2024, Ángel Vargas, gerente de Servicios de Salud de la ACHS, señaló que "en el caso de las clínicas, ellas son 100% autofinanciadas. Y les va bien. En 2023 aportaron casi US$3 millones en dividendos a la ACHS [...] Las atenciones laborales que tenemos que pagarles no son más del 6% o 7% de sus ingresos".
Anteriormente, en julio del 2024, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) publicó que la ACHS no cuenta con una posición dominante que justifique un análisis del impacto sobre la libre competencia en virtud de las prestaciones fuera de los planes de salud no laborales.
Sin embargo, la entidad indica que en base a distintos antecedentes recopilados de su investigación concluye que la forma en que está estructurado el seguro laboral obligatorio no permite una competencia adecuada entre las mutuales ni incentiva el uso eficiente de los recursos adquiridos por medio de las cotizaciones pagadas por los empleadores.
Bajo esa premisa, la FNE recomendó al TDLC incorporar un mecanismo para obtener información fidedigna de los costos e ingresos asociados al seguro laboral obligatorio y a las prestaciones fuera del mismo, estableciendo un giro único o una separación contable. Dicha sugerencia, va en línea con lo solicitado por Andes Salud.
Así las cosas, la superintendenta Pamela Gana también señaló sobre la circular en diciembre pasado que: "Lo que aborda la circular en que estas filiales no pueden usar el nombre de la principal que es en este caso es la mutualidad. ¿Por qué no pueden usarlo? Esto significa que las clínicas regionales o Mutual Asesoría de la Cámara Chilena de la Construcción, no podrían usar el logo, la marca, la identificación de la mutualidad respectiva".
"Que clínicas regionales y otras filiales tienen que tener un nombre que no genere una distorsión, una confusión en el área cuando las empresas y los trabajadores tengan que preferir una mutualidad, porque si no se genera una distorsión. Alguien podría pensar yo quiero cambiarme a esta mutualidad, a la ACHS o la Mutual, porque me va a entregar las prestaciones a través de las clínicas regionales. Y la verdad es que no es así", añadió.
"El hecho de que ocupe la marca, que todas esas clínicas tengan el logo de esa mutualidad, genera una distorsión en la selección de la mutualidad. Aquí estamos protegiendo el uso del seguro social. Yo no le puedo prestar mi marca a otro, porque le estaría dando una suerte de subsidio de marca a esta red que es una filial y que además opera como un privado que no es la mutualidad que es una entidad de la seguridad social sin fines de lucro", profundizó.
Sobre este último punto, cabe recordar que incluso la ACHS llegó a ser parte de los auspiciadores oficiales de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) e incluso el ascenso llegó a nombrarse "Campeonato Nacional de Primera B ACHS". Pese a que luego cambió el nombre, la acción incluso motivó un oficio por parte del diputado Jorge Saffirio para informar "los criterios normativos y administrativos bajo los cuales se ha autorizado que la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y otras mutualidades puedan destinar recursos a campañas de marketing, detallando especialmente los gastos en publicidad".
Andes Salud
La red de clínicas Andes Salud posee centros en las ciudades de Calama, Talca, Chillán, Los Ángeles, Concepción y Puerto Montt. Controlada por las familias Imschenetzky (dueños del casino Marina del Sol) y Sáenz.
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