El presidente Gabriel Boric ha manifestado durante su visita de Estado a Argentina que uno de sus intereses es “volver a situar a Chile en América Latina”. Declaración de intenciones que a lo largo de la jornada se ha manifestado a través de las reuniones que ha sostenido, donde se han conversado mecanismos de cooperación en materia energética, medioambiental, defensa de los derechos humanos, género y disidencias.
El encuentro bilateral se da en el marco de una nueva conmemoración por la guerra de las Malvinas a 40 años del conflicto que enfrentó a Argentina con Reino Unido por la soberanía del territorio insular. De hecho, Boric definió el reclamo del país trasandino como "justo, legítimo y digno del pueblo y del Estado argentino", además destacó la improtancia de "construir "comunidad, región, cooperación e internacionalismo".
Un respaldo que días antes ya había señalado vía Twitter, pero que durante este lunes lo reiteró con Fernández a su costado, en medio de variadas señales de complicidad y amistad entre ambos mandatarios.
También, en materias de cooperación, Boric reiteró al interior del avión presidencial que Chile suspenderá su participación en Prosur, un foro regional latinoamericano impulsado por el ex presidente Sebastián Piñera junto a otros gobernantes de derecha en Latinoamérica durante el año 2018, al cual no pertenece Argentina. Esto, pues el mandatario chileno, calificó a la instancia como "sobreideologizada" y -por el contrario- respaldó instancias como Alianza del Pacífico, Mercosur y Celac, para así fortalecer "la voz de América Latina".
De tal modo, a las credenciales latinoamericanistas-progresistas de Boric, el mandatario chileno intentó sumar un liderazgo novedoso, que desde Argentina ha sido tildado como 'renovado', 'refrescante' y que incluso, a pesar de su edad, se muestra 'experimentado'.
Otro punto que lleva a una vocación más latinoamericanista de Boric se dio en una conferencia de prensa conjunta de los presidentes de ambos países, en la cual el periodista del diario conservador argentino, La Nacion, le preguntó por su consabida opinión negativa sobre la situación de derechos humanos de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Sin embargo, esta vez el presidente respondió diferente; junto con reafirmar su postura de condena a las violaciones a los derechos humanos independientemente del color político de los gobiernos, se preguntó por qué nunca le consultan por las violaciones a los derechos humanos en Chile mismo, o por los asesinatos de líderes sociales en Colombia.
De tal modo, a las credenciales latinoamericanistas-progresistas de Boric, el mandatario chileno intentó sumar un liderazgo novedoso, que desde Argentina ha sido tildado como 'renovado', 'refrescante' y que incluso, a pesar de su edad, se muestra 'experimentado'. Fuentes del gobierno argentino, mencionan que Boric entrega 'esperanza' y ´'eleva las expectativas' respecto a los acuerdos que se puedan establecer con el estado argentino tras este nuevo estilo de liderazgo de izquierda.
Eso, en el entendido de que Boric podría significar una carta de renovación de estilos y discursos a nivel latinoamericano, como se ha especulado.
Esta visión respecto a Boric comenzó antes de su arribo a Buenos Aires el domingo por la tarde, ya que tras su entrevista al medio trasandino Clarín el mandatario chileno señaló que “debemos dejar de pensar que la responsabilidad fiscal es una cuestión de derechas”. Declaraciones que fueron recibidas como una señal de pragmatismo y búsqueda de equilibrio, algo que en voces argentinas lo desmarca de un espíritu más dogmático respecto de la izquierda.
El Abrazo de Maipú, pero sin Alberto Fernández
El inicio de la visita de Estado de Gabriel Boric fue —oficialmente— con su visita a la plaza General San Martín en una nueva conmemoración del Abrazo de Maipu. El mandatario llegó a pie hasta la estatua del libertador argentino, pues el lugar donde se hospedaba estaba a tan solo pasos de aquel sitio.
Con los Granaderos de San Martín -un grupo de cerca de 80 militares a caballo- entonando marchas militares, el presidente Boric llegó hasta la estatua de San Martín donde entregó una ofrenda floral de rosas blancas. La ceremonia supuestamente sería junto al presidente de Argentina, Alberto Fernández, pero no llegó a la cita acordada y solo fue recibido por el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, que recibió a Boric con un fuerte abrazo.
En el boato habían apostadas las autoridades que acompañan a Boric durante su visita de Estado. Entre ellas, la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, la ministra de Defensa, Maya Fernández, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Raúl Soto y otros parlamentarios que viajaron junto con la comitiva estatal. Además de un grupo de niños y niñas de una escuela local.
Cabe mencionar que San Martín, junto con Bernardo O´Higgins, comandaron el Ejército Libertador de los Andes que dio la independencia a lo que hoy es fundamentalmente Argentina, Chile y Perú, siendo parte capital del proceso de emancipación latinoamericano y base simbólica de los mecanismos de integración regionales
Si bien la programación y la ausencia de Fernández a la ceremonia cambió en último momento, quizás era algo que Boric ya sabía de antemano, pues durante el domingo en la noche -extraoficialmente- cenó junto a Alberto Fernández, cita que se concertó luego de que el mandatario visitara una librería argentina para nutrir con nuevas lecturas su biblioteca personal.
Fue una ceremonia escueta, sin declaraciones y con amplio dispositivo de seguridad. Tras la entonación de los himnos argentino y chileno, mientras un par de granaderos de San Martín acercaban el arreglo floral a la estatua del prócer, el presidente Boric miraba fijamente la figura del libertador argentino, en una pose casi de admiración.
Cabe mencionar que San Martín, junto con Bernardo O´Higgins, comandaron el Ejército Libertador de los Andes que dio la independencia a lo que hoy es fundamentalmente Argentina, Chile y Perú, siendo parte capital del proceso de emancipación latinoamericano y base simbólica de los mecanismos de integración regionales
“Querido amigo, aliado y cómplice”
Luego de la visita de Gabriel Boric a la Plaza General de San Martín, el mandatario subió a un Mercedenz Benz negro de vidrios polarizados y se dirigió hasta la Casa Rosada donde sostendría su primera visita oficial junto al presidente Alberto Fernández, la primera de las reuniones bilaterales que también se dio en un contexto reservado y que incluyó un recorrido por lugares emblemáticos de la casa de gobierno trasandina.
Una cita que según el mismo Boric, estuvo centrada en reforzar los puntos en común que existen entre ambos jefes de Estado, por sobre sus diferencias, de allí la importancia convenida de encontrar puntos en común en temas energéticos, cambio climático, derechos humanos, agenda de género y problemas limítrofes.
Tras el recorrido que sostuvo Boric con Fernández en las dependencias de Balcarce 50, los mandatarios se reunieron junto a distintos ministros de Estado de ambos países. Donde destacó la presencia de la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, junto a su par trasandina, Elizabeth Alcorta; la ministra de las Culturas, las Artes y Patrimonio, Julieta Brodsky, junto al titular de cartera argentino, Martín Ignacio Soria; la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, y el secretario de Estado de la misma carte, Santiago Cafiero; cita que también contó con la presencia de Lucía Dammert, jefa de asesores y la embajadora chilena en Argentina, Bárbara Figueroa.
Tras una reunión cercana a una hora, Boric recorrió acompañado de Fernández, algunos sitios memorables de la Casa Rosa, como el balcón presidencial que da hacia la Plaza de Mayo, el Salón Eva Perón, el Hall de los Vitreaux y además de una visita donde Fernández acompañó a Boric por distintas fotografías y cuadros que son parte de la pinacoteca al interior de la Casa Rosada.
Una cita que según el mismo Boric, estuvo centrada en reforzar los puntos en común que existen entre ambos jefes de Estado, por sobre sus diferencias, de allí la importancia convenida de encontrar puntos en común en temas energéticos, cambio climático, derechos humanos, agenda de género y problemas limítrofes.
Fue una reunión de mucha complicidad, donde destacó la ligereza, la cercanía y el trato con el que se trataban ambos mandatarios. Situación que luego se refrendó en la conferencia de prensa que los mandatarios sostuvieron en un subterráneo al costado de la Casa Rosada en el museo Bicentenario.
Allí, la calidez de la visita se vio reflejada en la forma en que se referían tanto Boric como Fernández. Comenzó con una referencia de Boric donde señaló a su par como un “amigo, cómplice y aliado”, que luego Fernández replicó como “querido amigo” y sumó las otras palabras de complicidad y alianza con las que el mandatario chileno se había referido al presidente argentino.
Cabe destacar que fue el único momento en que los jefes de Estado respondieron preguntas de la prensa -dos de medios argentinos y dos de medios chilenos- donde nuevamente las palabras de amistad entre ambos presidentes fue la tónica. “Más que pensar en una cordillera que nos divide, yo pienso en una que nos une”, fueron las palabras con las que Fernández se refirió al encuentro.
Tras las preguntas de los periodistas, con los chilenos insistiendo por la petición de Galvarino Apablaza, por el asesinato del senador Jaime Guzmpan- Fernández dio también por cerrada la polémica suscitada por la ministra del Interior, Izkia Siches, por el término Wallmapu y señaló que no generó ninguna “inquietud” en su gobierno. Además, por los problema limítrofes entre las fronteras sur de Argentina y Chile, Boric reconoció que existían “diferencias” al respecto, pero que como política de Estado “podemos tener una diferencia, pero no me caben dudas de que vamos a resolverla mediante vías diplomáticas; eso no va a impedir que profundicemos las buenas relaciones”.
Asimismo, consultado respecto a la situación de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y sus intenciones de descartar el diálogo, el mandatario chileno indicó que insistirán en “el camino del diálogo” aunque este “le va a molestar a muchos, que creen que a partir de la violencia se pueden conseguir cosas”.
Por último, entre las respuestas más comentadas y que fue bien vista por parte de fuentes de gobierno argentino, fue -como ya se mencionó- cuando Boric respondió a una pregunta de medios argentinos sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua, cuando el presidente chileno acusó la idea de un “doble estándar”, con el que se acusa a los gobiernos de izquierda, aunque también este es un problema de la derecha, "pues nunca se le pregunta por las violaciones ocurridas en paises como Ucrania, Yemen, Palestina Chile, o los asesinatos de dirigentes sociales en Colombia [...] Los derechos humanos se tienen que respetar de manera íntegra [...] no utilicemos el sufrimiento de los pueblos para sacar beneficios en política interna”, enfatizó el presidente chileno.
Visita al Congreso Argentino, sin Cristina
Tras una pausa de mediodía y luego del almuerzo, la agenda de Gabriel Boric inició su jornada de la tarde con una reunión en el Congreso de la Nación, específicamente en el Salón de Honor de la Cámara de Diputados argentino.
Aquí, por segunda vez, quedó en evidencia la descoordinación existente entre la comitiva presidencial y los equipos de prensa, pues -al igual que lo ocurrido en el arribo a la Casa Rosada- los periodistas llegaron tarde a la cita, pues al estar separados de la comitiva presidencial, el presidente Boric junto a sus invitados, llegaron antes al evento concertado sin tener la posibilidad de conversar con la prensa a su arribo.
El episodio no estuvo exento de confusiones, pues en un inicio se estimaba la presencia de la vicepresidenta Cristina Fernández, pero la autoridad se encontraba en el sur de Argentina, en Calafate. Una señal que para fuentes locales se interpretó como un desmarque de Cristina con Alberto, tras la discusión por el acuerdo logrado entre el mandatario argentino y la Casa Blanca para la postergación de pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI).
A la cita, encabezada por Boric, asistieron los representantes chilenos del Congreso, donde destacó la figura de Álvaro Elizalde, Raúl Soto, la senadora, Paulina Núñez y los diputados Ericka Ñanco y Eric Aedo. quienes se reunieron con las autoridades argentinas lideradas por la presidenta provisional del Senado de la Nación argentino, Claudia Ledesma Abdala de Zamora y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
No obstante, el episodio no estuvo exento de confusiones, pues en un inicio se estimaba la presencia de la vicepresidenta Cristina Fernández, pero la autoridad se encontraba en el sur de Argentina, en Calafate. Una señal que para fuentes locales se interpretó como un desmarque de Cristina con el presidente Alberto, tras la discusión por el acuerdo logrado entre el mandatario argentino y la Casa Blanca para la postergación de pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y evitar que Argentina cayera en default tras la deuda que sostiene con dicha institución, algo que no fue respaldado por la vicepresidenta argentina.
Tras el encuentro, que duró cerca de una hora, un grupo de parlamentarios chilenos, liderados por Elizalde y Soto, dieron sus impresiones respecto a la reunión ampliada con las autoridades argentinas. En ella, se destacaron aspectos de cooperación en materia energética, en específico ligados a gas, derechos humanos y también, aspectos de coordinación para avanzar en el corredor bioceánico que conecta el Atlántico con el Pacifico, otro punto relevante de la agenda latinoamericanista.
Tras dejar la sala donde se gestó la reunión, Boric aprovechó de pasar rápidamente por un salón destinado a la figura de Eva Perón y mostró su interés por su figura.
Asimismo, fuentes consultadas por INTERFERENCIA, señalaron que el encuentro se dio en buenos términos y que hubo espacio para que cada uno de los parlamentarios plantearon sus inquietudes respecto a los temas de la agenda.
No obstante, en materia eminentemente chilena, también ha sido tema entre la comitiva el posicionamiento no solo comunicacional, sino también político, que la Convención Constitucional está tomando en el país, pues existe preocupación respecto a los cambios que se están discutiendo. Es por ello, que de forma extraoficial el presidente Gabriel Boric está sosteniendo, en su visita a Argentina, conversaciones en privado con los distintos jefes de las bancadas políticas chilenas para poder gestionar estos acontecimientos que preocupan a La Moneda.
Boric en la Corte Suprema y el cierre cultural de la jornada
Cerca del fin de la jornada del día lunes, el presidente Gabriel Boric hizo su última visita política a la Corte Suprema de Justicia de Argentina. Acompañado del presidente de la Corte Suprema chilena, Juan Eduardo Fuentes, Bárbara Figueroa, Lucía Dammert y el asesor en materias internacionales de la Presidencia, Carlos Figueroa. En el lugar, fue recibido por el vicepresidente del máximo tribunal argentino, Carlos Rosenkrantz junto a los ministros de la Corte Suprema trasandina Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
En la reunión, también de carácter privado y sin prensa apostada en el lugar, se intercambiaron presentes entre las autoridades, algo que ha sido la tónica en la visita de Estado, que se suman a los vinilos intercambiados entre Boric y Fernández de Violeta Parra y Pescado Rabioso —grupo de Luis Alberto Spinetta— respectivamente, además de las camisetas obsequiadas del presidente argentino al mandatario chileno.
Para el final del día, se desarrolló un evento musical en el Centro Cultural Kirchner, a tan solo metros de la Casa Rosada. El primero en llegar fue el presidente Fernández, quien tras unos cinco minutos, espero en la puerta del establecimiento a Boric para recibirlo con los honores de los Granaderos de San Martín.
Con Boric en primera fila, escoltado por Alberto Fernández, Santiago Cafiero y las ministras Antonia Urrejola, Maya Fernández, junto con la embajadora Bárbara Figueroa, disfrutaron de las interpretaciones de artistas locales y chilenos, quienes interpretaron canciones del repertorio chileno y argentino que fueron coreados por los presidentes y su comitiva.
Para el cierre del día, pasadas las 20:00 horas la comitiva presidencial se dirigió hasta ‘la cúpula’ en el último piso del centro, para sostener una cena de Estado auspiciada por el presidente argentino Alberto Fernández.
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