A quien llamaremos Milena es una venezolana avecindada en Argentina y se gana la vida en el rubro del cuidado de la belleza. Madre de dos hijos y otro en camino, sufrió violencia de género por parte de su pareja, el también venezolano Edgar Jaspe Díaz.

La mujer sufrió violencia física, sicológica, y económica; además la obligaba a deshacerse de sus bienes y a tener relaciones sexuales no consentidas. No suficiente con lo anterior, la apuñaló mientras estaba encinta para privarla de su libertad.

Los hechos son parte del relato que consta en una solicitud de detención con fines de extradición que la justicia vecina envió a la Corte Suprema, para que Jaspe Díaz enfrente los cargos.

De acuerdo al documento que publica Interferencia, los hechos ocurrieron a fines de 2022 y desde entonces es buscado en distintos países de la región hasta que Interpol Chile (que funciona con la PDI) lo ubicó.

El cuchillo

El relato no escatima detalles y su conducta viola no solo la legislación argentina, sino además la “Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer”.

La descripción judicial sigue: “Jaspe Díez, buscó una máquina de afeitar y con la misma en la mano le dijo a (...): "Te voy a dejar calva, si de verdad trabajas haciendo uñas eso no te va a afectar".

Acto seguido le quitó el celular y el botón de pánico que le proporcionaron las autoridades para evitar las agresiones e incluso la muerte.

“Ya vas a ver quién soy de verdad", espetó Jaspe Díaz. Seguidamente tomó un cuchillo de 30 centímetros de largo, “con hoja de serrucho “y se lo clavó a la altura de la cintura.

“Decime la verdad o te vas a morir desangrada”, continuó el agresor.

No fue todo, también amenazó a la mujer con apuñalarla en “la panza” de embarazada, pidiendo que confesara que no era su hijo el que estaba en el vientre de Milena.

También Jaspe Díaz se paró detrás de ella haciendo un corte en el brazo izquierdo. Cómo entraron los dos niños que habitaban la residencia, tomó a la víctima, la llevó hasta el dormitorio para revisar sus partes íntimas para corroborar que había tenido sexo con otro  hombre.

En otra oportunidad la dejó encerrada en la cocina, mientras Jaspe Díaz -a esas alturas en violento delirio- gritó con todas sus fuerzas: “Te voy a partir la cara (...) fírmame los papeles de la moto”.

El victimario llamó a su madre  y cuando Milena escuchó con quien hablaba aprovechó la oportunidad de gritar para que la dejara libre.

Su progenitora convenció a Jaspe Díaz y Milena pudo salir del hogar con sus dos hijos de siete y dos años respectivamente, más otro que llevaba en el vientre.

Vida

En Venezuela Jaspe Díaz estuvo preso en la cárcel Guarico, donde resultó herido en medio de un motín provocado entre clanes. Luego fue trasladado a la cárcel de Tocorón, donde -antes de ser demolida hace pocos meses por el Ejército- el Tren de Aragua ejercía el control.

En 2021 estuvo en Perú, y de desde aquel país habría ingresado hacia Argentina.

La Corte Suprema deberá nombrar un ministro instructor del caso. Cual sea su decisión sobre el destino de Jaspe Díaz, será la Segunda Sala Penal del máximo tribunal la que confirme o revoque la determinación.