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Sábado, 16 de Agosto de 2025
Ciencia

Carotenoides: Investigadores avanzan en la producción sustentable desde la biotecnología

Interferencia

Un proyecto científico desde la Universidad de Concepción busca una nueva alternativa de obtención de compuestos carotenoides saludables, los que a nivel industrial se extraen desde organismos acuáticos como micro y macroalgas. Estos compuestos están ganando protagonismo en el mundo de la nutrición gracias a sus propiedades antioxidantes y su potencial para prevenir enfermedades.

Los carotenoides son pigmentos responsables de la coloración de gran número de alimentos vegetales y animales, presentes en alimentos como zanahorias, zumo de naranja, tomates, salmón y yema de huevo. Estos compuestos están ganando protagonismo en el mundo de la nutrición gracias a sus propiedades antioxidantes y su potencial para prevenir enfermedades.

Así lo informó Noticias UdeC, dando a conocer que el Doctor en Ciencias Biológicas, Jorge Dagnino Leone y el Doctor en Ciencias Naturales Cristian Agurto Muñoz, pertenecientes al Grupo Interdisciplinario de Biotecnología Marina (Gibmar) del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, lideran el proyecto, titulado «Biofábricas de Carotenoides Saludables: Una nueva alternativa basada en Ingeniería Metabólica en B. subtilis para la producción sustentable de ingredientes alimentarios». 

Esta iniciativa busca escalar una tecnología de producción de carotenoides saludables a partir de la bacteria ambiental Bacillus subtilis, para ser una nueva fuente de obtención de estas moléculas, las que actualmente se obtienen desde microalgas como Haematococcus lacustris, Dunaliella salina, Chlorella vulgaris y Phaeodactylum tricornutum.

Según el Dr. Jorge Dagnino, este proyecto surge a partir de los resultados obtenidos en un proyecto FONDEF del año 2019 en donde se desarrolló una cepa de B. subtilis, que fue capaz de generar astaxantin, un antioxidante único que protege contra el daño oxidativo y también tiene efectos antiinflamatorios documentados.

“La relevancia de la producción de astaxantina de origen natural, es debido a su gran poder antioxidante, lo que hace de ella un carotenoide muy beneficioso para la salud humana. Fue durante dicho proyecto que logramos generar cepas de B. subtilis que pudieran producir astaxantina de idénticas características a la que producen Haematococcus lacustris (alga verde de agua dulce), la cual es la única astaxantina de origen natural que actualmente se encuentra aprobada para su consumo”, aseguró en conversación con el medio universitario. 

La propuesta de este proyecto cuenta además con la participación de la Facultad de Farmacia UdeC a través de los académicos Dra. Jessy Pavón Pérez, Dr. Cristian Agurto Muñoz y el Dr. Cristian Rogel Castillo pertenecientes al Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CTyA), la académica Dra. Claudia Mardones Peña del Departamento de Análisis Instrumental (DAI) y la Dra. Carolina Gómez Gaete, académica del Departamento de Farmacia UdeC.

El director del proyecto, Dr. Dagnino, asegura que las expectativas que el equipo de trabajo tiene respecto al presente proyecto son, primeramente, escalar los cultivos de la cepa productora de astaxantina y en segundo lugar desarrollar una formulación basada en la astaxantina producida por B. subtilis que pueda ser integrada a fórmulas alimentarias enfocadas en la alimentación enteral, para de este modo aprovechar las propiedades de los carotenoides como astaxantina.

Para el Dr. Cristian Agurto si bien esto implica un desafío, “el Grupo Interdisciplinario de Biotecnología Marina se ha destacado desde sus orígenes en trabajar con micro y macroalgas, ya sea para el desarrollo de productos nutracéuticos como para biomateriales, sin embargo, el presente proyecto basa su objetivo en el trabajo con bacterias ambientales, lo que puede verse como un desafío para el desarrollo de este”. Sin embargo, que no es primera vez que se enfrentan al trabajo con bacterias. “Como equipo nos hemos enfrentado a diversos desafíos, como, por ejemplo, romper el paradigma de sólo trabajar con microalgas o sólo macroalgas, consiguiendo como laboratorio trabajar con ambos grupos de algas sin problemas. Así, cuando llegó el momento de abordar esta nueva temática con bacterias fue difícil abordarlo porque estamos expresando compuestos algales de alto valor con las medidas de bioseguridad requeridas para ambos tipos de organismos”.

Reconocimiento y financiamiento

Hoy la investigación cuenta con la adjudicación de un proyecto ANID-SIA Tecnologías Avanzadas 2023 por los próximos 4 años. La propuesta fue seleccionada entre un total de 57 postulaciones a nivel nacional y entre 7 postulaciones de la Universidad de Concepción. Todo ello complementado con el hecho de que la Región del Biobío, en lo que se refiere a la macrozona centro-sur ANID, adjudicó sólo dos proyectos a la Universidad de Concepción.

Para la Directora del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, Dra. Rosario Castillo, la adjudicación de este proyecto marca un gran hito para la repartición. “La adjudicación y el desarrollo de este proyecto es un hito para el Centro de Biotecnología, no sólo porque constituye un proyecto de alta envergadura en términos del financiamiento conseguido, sino porque permite potenciar dos líneas de trabajo importantes que el Centro de Biotecnología está tratando de impulsar”, aseguró. 

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