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Lunes, 2 de Junio de 2025
Primer capítulo

Cientos de clientes de Banco Security acusan a entidad de prácticas depredadoras e incluso estafa

Victor Herrero A.

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Renato Peñafiel y Francisco Silva.
Renato Peñafiel y Francisco Silva.

Interferencia tuvo acceso a la base de datos ‘Somos Víctimas’, una iniciativa -hasta ahora comunicacional- en la que unos 3.000 clientes denuncian liquidaciones forzosas, pagarés rematados pese a no recibir esos fondos y aceleración arbitraria de créditos con tasas usureras. Los dueños y ejecutivos del banco, que en octubre recibió luz verde para fusionarse con el Banco Bice del Grupo Matte, no respondieron a nuestras consultas.

En la cultura periodística anglosajona existe una expresión que reza más o menos así: si algo raro o poco común sucede una vez, es una anécdota; si vuelve a ocurrir, podría ser una tendencia. Y si acontece por tercer vez, hay una historia digna de ser contada y publicada.

Este parece ser el caso del Banco Security, que en los últimos años ha acumulado decenas de juicios en su contra. En su mayoría se trata de clientes, o ex clientes, que acusan a la entidad formada a inicios de los años 90 por dos ex ejecutivos del Banco Central durante la dictadura, de una serie de prácticas que los han dejado al borde de la ruina o pagando, hasta el día de hoy, montos exorbitantes por créditos e intereses que, aseguran, fueron muchas veces cambiados de manera unilateral por el banco.

Al revisar las causas que figuran en los 30 tribunales civiles de Santiago desde 2020 a la fecha, se encuentran más de 6.800 casos en los que el Security pide la liquidación de sus clientes por incumplimientos muchas veces mínimos. Pero también hay decenas de casos en que los clientes demandan al banco por no permitirles pagar sus deudas o por incurrir en prácticas que rozan la estafa para poder rematarlos.

“El banco se ha convertido en un fondo de inversiones inmobiliario, que cuando ve que los activos de sus clientes son atractivos, comienza una campaña para forzarlos a quebrar, porque el bien inmueble es más valioso que los pagos mensuales”, afirma un cliente afectado.. 

“El banco se ha convertido en un fondo de inversiones inmobiliario, que cuando ve que los activos de sus clientes son atractivos, comienza una campaña para forzarlos a quebrar, porque el bien inmueble es más valioso que los pagos mensuales”, afirma uno de estos clientes. Este y muchas otras personas que dicen haber sido maltratados e incluso estafados por el banco, hablaron con Interferencia bajo la condición de no dar a conocer sus nombres, ya sea porque aún son clientes y están en juicio con el Banco Security, o porque temen que dar a conocer su identidad los podría perjudicar con otras instituciones financieras.

Desde luego, no es novedad que los bancos chilenos muchas veces tienen un trato abusivo con sus clientes, en especial cuando caen en el más mínimo incumplimiento. Caer en Dicom, soportar la embestida de empresas de cobranzas y otras penas del infierno financiero son comunes. Pero lo que parece distinguir al Banco Security es que, detrás de ello, parece haber un modus operandi que se repite una y otra vez. Eso, al menos, es lo que emerge de ‘Somos Víctimas’, una iniciativa que reúne a más de 3.000 clientes actuales y antiguos de la entidad que denuncian ventas forzosas de activos, pagarés rematados pese a no recibir esos fondos y aceleración arbitraria de créditos para rematar bienes dados como colateral. Otro aspecto común es que, una vez que el banco decide castigar al cliente por el atraso o no pago de una cuota, no sólo inicia acciones legales para cobrar de una vez todo lo adeudado, sino que en la mayoría de los casos los ejecutivos dejan de atender presencialmente a los usuarios e incluso los teléfonos y correos.

‘Somos Víctimas’ nació como una iniciativa comunicacional en agosto pasado, cuando varios anuncios en medios de prensa como El Mostrador y La Tercera llamaban a usuarios y ex clientes del Banco Security a denunciar posibles malas prácticas. Interferencia tuvo acceso a una parte de esa base de datos, filtrada por sus organizadores a este medio. Ahí se ven decenas de denuncias, desde el cobro excesivo de intereses tras renegociaciones casi unilaterales, pasando por el relleno de pagarés por parte de ejecutivos bancarios que, si bien fueron firmados y dejados en blanco por los clientes, nunca fueron informados de esas movidas, a remates de bienes forzados por prácticas mañosas o incluso ilegales.

En definitiva, acusan muchos clientes, el Banco Security tiene un aceitado modelo de liquidaciones forzosas.

“Han utilizado el mismo modelo de Eurolatina” asegura uno de los afectados, recordando el caso de esa financiera que otorgaba créditos a gente humilde, pero que tiene su propia casa, y que mediante distintas prácticas acorralaba a sus clientes hacia la insolvencia para después hacerse con los bienes de sus deudores. Otro dice que “esta es la versión ABC1 de La Polar”, en referencia a que la mayoría de los clientes del Banco Security suelen ser del segmento de mayores ingresos en Chile y empresarios medianos.

El 19 de diciembre Interferencia contactó, ya sea mediante email o whatsapp, a Renato Peñafiel, cofundador del banco y actual presidente del directorio de Grupo Security, a Francisco Silva Silva, el segundo fundador del banco, quien se retiró de sus funciones en 2022, y Eduardo Olivares, actual gerente general del banco para .

Entre las principales preguntas que le enviamos por escrito a la cúpula del banco estaban las siguientes:

- Muchos clientes aseguran haberle escrito directamente a usted y a funcionarios de la plana ejecutiva, exponiendo estos problemas, sin obtener jamás una respuesta por su parte. ¿Es ello así?

"Solicité en reiteradas oportunidades me indicaran donde pagar los dividendos, teniendo como respuesta que me abrirían una segunda cuenta para el pago de éste, sin embargo, nunca sucedió. Forzaron la morosidad del dividendo, para luego acelerar la deuda (...) y nos remataron la casa en el plazo de 1 año”.

- Muchos de los clientes  aseguran que una vez que el banco ha decidido rematar los créditos, leasing, pagarés, etc., no existe comunicación alguna con ellos, y los teléfonos en Security ya no se contestan. ¿Esto es una práctica habitual del banco?

- El modus operandi común que hemos visto es que el Banco va detrás de algunos clientes con valiosos activos inmobiliarios y ejerce presión para hacerlos caer en morosidad. “No existe ninguna duda que existe por parte del Banco un negocio encubierto ilícito en el ámbito inmobiliario el que trasciende a su giro bancario”, afirma una de estas personas. ¿Qué tienen que decir al respecto?

Hasta el cierre de esta edición no hemos obtenido respuesta de ninguno de los tres.

Los casos ‘chicos’

Para Juan Roberto L. (nombre cambiado por la redacción) los problemas con el Banco Security comenzaron en 2022 a raíz de una morosidad en su línea de crédito y tarjeta de crédito. “El banco me llamó para renegociar, pero con tasas usureras. Siempre existió la disposición para pagar, sin embargo no aceptaron mi propuesta”, relata. Y ahí comenzó la pesadilla.

Producto de no llegar a acuerdo para renegociar, comenzó un efecto cascada. “Me cerraron la cuenta corriente a mí y a mi esposa, inhabilitándonos para pagar nuestro crédito hipotecario que teníamos con el mismo banco. Solicité en reiteradas oportunidades me indicaran donde pagar los dividendos, teniendo como respuesta que me abrirían una segunda cuenta para el pago de éste, sin embargo, nunca sucedió (existen correos de respaldo). Forzaron  la morosidad del dividendo, para luego acelerar la deuda. Consignamos los dividendos desde el primer mes, pero por negligencia de nuestro abogado no fueron presentados en forma debida y nos remataron la casa en el plazo de 1 año”.

Eduardo F. (nombre cambiado por la redacción) tomó en 2018 un crédito bullet, un tipo de préstamo en que el pago del capital se paga al final en una sola cuota, mientras que los intereses se van pagando mensualmente. “El cuotón venció en plena crisis, durante la postpandemia, y no pudimos refinanciar”, cuenta en el escrito ingresado en ‘Somos Víctimas’. El saldo pendiente eran 29.000 UF y Eduardo F. había entregado al inicio del crédito tres casas en garantía. “Tuve que pagar unos 50 millones solo en intereses para ganar tiempo, y después tuve que entregar mi casa que ellos habían tasado al inicio en 24.000 UF, pero que ahora recibieron en 16.000 UF”, asegura. Con esa venta, su deuda quedó en 13.000 UF y, afirma, tenía que pagar cada 6 meses entre 20 y 30 millones de pesos en “intereses totalmente fuera de mercado”. Ahora, cuenta este cliente, “me dicen que si no logro refinanciar por afuera me rematan todo. Ofrecí entregar una casa tasada en 13.000 UF, pero quieren recibirla en 5.000 UF, quedando aún un saldo de 8.000 UF”. Y termina diciendo: “Ya no sé qué más hacer, solo con la casa y lo que he pagado debería estar todo saldado. Me tienen acogotado y abusan de manera descriteriada”.

Marco A. (nombre cambiado por la redacción) es socio de una pequeña inmobiliaria que se dedica a comprar, remodelar y vender propiedades. El Banco Security le ha entregado a esa empresa varios créditos bullet con plazos de 12 a 15 meses. “En general los tiempos del banco funcionaban bien, pero a fines del año pasado [2023] vendimos una casa y el banco se demoró dos meses en firmar el levantamiento de la hipoteca, cuando normalmente se demoraba máximo dos semanas. Le mandamos mail diarios por esto, pero nunca nos respondieron y cuando íbamos al banco a pedirles explicaciones le echaban la culpa a otra área del banco. Insólito. Pero durante todo eses período nos cobraron todos los intereses por lo que les convenia demorarse, y al final el costo adicional de intereses fue más de ocho millones de pesos”.

Hace unos años, María R. (nombre cambiado por la redacción) instruyó a su ejecutivo de cuentas pagar de una vez un crédito de 75 millones que tenía con el Banco Security. “Fue por escrito y el ejecutivo me confirmó por escrito que se haría el pago, tengo todos los correos de respaldo”. Magdalena R. se quedó tranquila hasta que le llegó un aviso del banco por no pago del crédito. “Ahí me di cuenta que no habían cumplido con la instrucción y, debido a ello, viví una verdadera catástrofe financiera”.

Una de las más recientes quejas que entró a la base de datos de ‘Somos Víctimas’ a la que pudo acceder este medio, proviene de una clienta que simplemente escribió: “Hola quería saber qué información tengo que enviarles. Soy ex clienta de Security y me siento estafada por ellos. Ya mandaron orden de embargo por mi propiedad”.

 

*En los próximos capítulos: Las quiebras aceleradas provocadas por el Banco Security a emblemáticos desarrollos inmobiliarios como Paseo Los Trapenses y Paseo San Damián, bajo la Ley 20.720 de Grandes Empresas en vez de aplicar la Ley 20.416 dedicada al reemprendimiento y el silencio de las autoridades; cómo el Security aceleró quiebres para mostrar una mayor rentabilidad de cara a la fusión con el Banco Bice del Grupo Matte; y el papel de algunos abogados externos y ejecutivos del banco para “sacar a pasear activos” y embellecer así sus libros contables.

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no es un banco de dueños opus dei? muy religioso de su parte!

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