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Sábado, 19 de Julio de 2025
Fernando Pérez

Director de Museo Nacional de Bellas Artes: "Es importante incrementar los presupuestos de adquisición de obras de los museos"

Lissette Fossa

El director del Museo Nacional de Bellas Artes saca cuentas alegres, después de un año en que pudieron recuperar seis esculturas que estaban en manos de la Escuela Militar, sacadas del museo tras el golpe de estado. Mismo evento que en 2023 cumple 50 años, y al que pondrán un énfasis especial con exposiciones de Cecilia Vicuña y Alfredo Jaar.

El 2022 termina con una buena noticia para el Museo Nacional de Bellas Artes y también para el arte nacional: la recuperación de seis esculturas de alto valor que eran del museo y que fueron sacadas de allí unas semanas después del golpe militar de septiembre de 1973, y llevadas a la Escuela Militar.

Tras meses de gestiones, las seis esculturas volvieron a su hogar, y están expuestas para las visitas del público general. Y no es la única obra de alto valor artístico y patrimonial que el museo pudo adquirir este año. Tras una hermética venta entre privados de la obra 'Ulises y Calypso' de Rebeca Matte,- además de parte de su colección de arte-, la escultura estuvo a punto de caer en manos de privados y no poder ser exhibida al público general. Sin embargo, gracias a las gestiones del museo y de la donación de un privado, la escultura llegó al museo en comodato, y es exhibida y preservada junto a otras obras de la destacada artista nacional.

"También tuvimos la incorporación de piezas muy significativas, como la escultura de Rebeca Matte, que se incorporó al hall central y que antiguamente estaba en el Club de La Unión".

“Ocurrió, en un momento dado, que ellos pactaron la venta de esa escultura con un donante, que estuvo dispuesto a pagar la cantidad que pedía el club, como donación, pero en contra estaba el comodato de la escultura de Rebeca Matte para el Museo Nacional de Bellas Artes. Fue un rebote virtuoso, se podría decir, que para nosotros fue una noticia fantástica. Estamos hablando de una de las mejores esculturas de Rebeca Matte, de una envergadura y calidad superior”, cuenta el director del Museo Nacional de Bellas Artes, Fernando Pérez Oyarzún, a INTERFERENCIA.

En esta entrevista, Pérez Oyarzún ahonda en cómo se desarrollaron ambos procesos de adquisición de las esculturas,- de la escultura de Rebeca Matte y de las que estaban en la Escuela Militar-, y reflexiona sobre la falta de recursos que hay en los museos para adquisión de obras y conservación de éstas.

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Gálata Morente, ca. 1910, Ernesto Gazzeri
Gálata Morente, ca. 1910, Ernesto Gazzeri

- ¿Cómo evalúan el año 2022? ¿Qué hitos marcaría usted del año?

Efectivamente fue un año que no estuvo exento de problemas, en parte porque el museo tiene problemas endémicos, y otros problemas que son del servicio a nivel general, por eso tuvimos cerrado algunos días, pero al mismo tiempo logramos sacar adelante iniciativas positivas. Por ejemplo, las exposiciones que pudimos hacer en el año, incluyendo las que están en este momento y la que se acaba de inaugurar, como Luchas por el Arte. 

También tuvimos la incorporación de piezas muy significativas, como la escultura de Rebeca Matte, que se incorporó al hall central y que antiguamente estaba en el Club de La Unión. También la intervenciones en infraestructura, ya que estamos a punto de terminar la renovación de toda la instalación eléctrica, que es algo muy significativo, que se suma a lo que habíamos hecho antes con la luminaria de la sala Matta. Y por último, esta recuperación de esculturas de la Escuela Militar y la apertura de un nuevo espacio expositivo en el museo. 

Así que sé que ha sido un año con problemas como de dotación, de presupuesto, de todo tipo, pero logramos sacar adelante proyectos muy importantes.

- Menciona usted el rescate de la escultura 'Ulises y Calypso' de Rebeca Matte, un tema que INTERFERENCIA reporteó en 2022. ¿Puede contarme cómo se desarrolló esa historia y cómo al final el museo pudo obtener la obra en comodato?

"Habíamos seleccionado la compra de diez obras, entre las que estaba la escultura 'Ulises y Calypso' de Rebeca Matte. Ocurrió lo mismo, teníamos unos fondos adicionales del servicio que íbamos a destinar a la compra, pero el Club de La Unión quería mucho más".

Hay veces en la vida que las dificultades van acompañadas de la fortuna.

En realidad nosotros, desde hace tiempo, habíamos estado en contacto con el Club de La Unión, de hecho ellos nos contactaron. Fue en un momento en que estaban dispuestos o explorando la posibilidad de vender su colección de arte, en términos más amplios, no sólo la escultura. Ahí nosotros hicimos muchas gestiones personales e institucionales para ver si podíamos comprarla, era una colección muy grande, o comprar parte de ella. Finalmente, eso no dio resultado, porque los valores que ellos tenían considerados eran muy superiores a los que nosotros considerábamos, y ahí había un problema de recursos y también de evaluación, hay veces que están los recursos pero el museo no puede pagar lo que considera excesivo, siendo además un organismo público, uno debe ser cuidadoso con eso.

Entonces, desgraciadamente fue una gestión que duró varios meses y que terminó en punto muerto. Habíamos seleccionado la compra de diez obras, entre las que estaba la escultura 'Ulises y Calypso' de Rebeca Matte. Ocurrió lo mismo, teníamos unos fondos adicionales del servicio que íbamos a destinar a la compra, pero el Club de La Unión quería mucho más.

Pero ocurrió, en un momento dado, que ellos pactaron la venta de esa escultura con un donante, que estuvo dispuesto a pagar la cantidad que pedía el club, como donación, pero en contra estaba el comodato de la escultura de Rebeca Matte para el Museo Nacional de Bellas Artes. Fue un rebote virtuoso, se podría decir, que para nosotros fue una noticia fantástica. Estamos hablando de una de las mejores esculturas de Rebeca Matte, de una envergadura y calidad superior. Así que estuvimos muy contentos cuando eso ocurrió, y tuvimos que resolver todo el tema del traslado, que fue una odisea. Pero aquí está, dispuesta en el hall, y la gente goza mucho viendo la obra.

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Ulises y Calypso, de Rebeca Matte.
Ulises y Calypso, de Rebeca Matte.

- Ese rol de conservación, de preservar obras que son importantes para el arte nacional, es un rol que tiene el museo, del que se habla y se conoce poco, y es muy relevante.También para que obras puedan ser accesibles para la gente y no queden en colecciones privadas, donde pueden estar bien preservadas, pero sin acceso al público…

Podemos hacer poco en ese sentido. Nosotros intentamos adquirir todo lo que nos parece que circula y que podría tener interés para el museo y para el público. De hecho, la exposición Luchas por el Arte, inaugurada hace poco, tiene expuestas varias de las obras que hemos comprado desde hace dos o tres años y que son vistas por el público por primera vez.

"Es muy importante comprender que los museos en general necesitan mantener actualizadas y activadas sus colecciones. Las colecciones que se quedan pegadas en un momento dado, si no siguen adquiriendo obras, se van desvalorizando, y esto es particularmente cierto para un museo como el Bellas Artes".

Desgraciadamente la gran limitación que tenemos para ello es que el presupuesto para adquisiciones de obras es muy bajo. Eso dificulta mucho este trabajo. De hecho, las obras que íbamos a comprar al club de La Unión no era con nuestro presupuesto, era con un presupuesto especial que habíamos pedido al servicio por la oportunidad que se daba. Sí podemos obtener apoyo para adquirir obras específicas, que estimamos que son de particular relevancia. Pero no es nada seguro, depende de si el servicio tiene los recursos en ese momento, si ese monto no se ocupó en otra repartición, es algo eventual y muy inseguro. 

- Al escucharlo, pienso que si ustedes tienen un presupuesto bajo para ello, que son un museo grande y conocido, en otros museos debe ser peor la situación. Da la impresión que hay una deuda de estado, que traspasa ya gobiernos de turnos, respecto a ese tema en Chile…

Sí, es muy importante comprender que los museos en general necesitan mantener actualizadas y activadas sus colecciones. Las colecciones que se quedan pegadas en un momento dado, si no siguen adquiriendo obras, se van desvalorizando, y esto es particularmente cierto para un museo como el Bellas Artes, que siempre se fue nutriendo de obras que se iban adquiriendo en su momento.

El museo partió con una colección de obras muy pequeña, pero luego adquirió una cantidad de obras internacionales, en la exposición que se hizo para 1910. Y después de eso fue adquiriendo obras de los treinta, los cincuenta, etc. Entonces, el museo es un poco el registro de la producción artística del país. Incluso han quedado ciertos vacíos, como la producción artística de los años ochentas. Y es muy importante que nosotros nos mantengamos actualizados, ya sea adquiriendo obras de artistas o periodos donde tenemos vacíos, o artistas emergentes cuyas obras es importante incorporar al museo. Como es el caso de algunos artistas de regiones o de artistas mujeres, también, ya que el museo tiene una proporción inferior de artistas mujeres y tenemos que cuidar de saldar esa brecha. Pero para eso hay que estar disponible, para cuando aparezca una obra de valor, poder comprarla en ese momento. No se trata de tener una vez la plata y comprar todas las obras que están a la venta en ese momento. Esto no es tan fácil.

Por eso es importante incrementar los presupuestos de adquisición de obras de los museos en general y de éste en particular.

"Fue difícil convencerlos y más que eso, nuestras autoridades del Ministerio de Cultura y Patrimonio y del Ministerio de Defensa consideraron que lo que estábamos solicitando era justo y adecuado".

- Ahora lograron obtener de vuelta las esculturas que estaban en la Escuela Militar, ¿Cómo fue ese proceso?

No fue nada fácil, fue un proceso que duró casi un año. La primera solicitud la hice en octubre del 2021, con motivo de la exposición El Canon Revisitado, que fue una exposición que se hizo en conjunto con el Museo Nacional de San Carlos de México. Y ahí tenía contemplado en su temática copias y reproducciones de obras clásicas incluir estas esculturas que estaban en la Escuela Militar. Y ahí empezamos a pedir las esculturas y nos encontramos con las puertas bien cerradas, porque al principio no logramos que nos prestaran las obras para la exposición, y en realidad las obras eran del museo, éramos nosotros los que les habíamos prestado esas obras. Y esto motivó una serie de visitas e interacciones y una evaluación por parte mía y del equipo del museo de siete obras escultóricas nuestras que estaban en la Escuela Militar. Llegamos a la conclusión de que debíamos solicitar la devolución, porque eran obras muy importantes para la colección del museo y que estaban ahí desde octubre de 1973. Creíamos que debían ser expuestas y gozadas por el público, porque además son parte del acervo del museo. Pero al principio la Escuela Militar y el Ejército se excusaban diciendo que formaban ya parte de la escuela, que las apreciaban, que se habían acostumbrado a ellas. Fue difícil convencerlos y más que eso, nuestras autoridades del Ministerio de Cultura y Patrimonio y del Ministerio de Defensa consideraron que lo que estábamos solicitando era justo y adecuado. Y a través de una acción conjunta de los dos ministerios, se solicitó la devolución de las obras y por ese camino se logró recuperar las obras.

Al final de las siete obras nos trajimos seis, sólo quedó una en la Escuela Militar, una escultura de Carlos Lagarrigue, escultor chileno, también de mármol. De las seis que trajimos hay dos que están libremente visibles, dos copias de Antonio Canova, que están en el hall y las 4 restantes están en un nuevo espacio expositivo, y ahí estamos atendiendo en marcha blanca a las personas que se inscriban con visitas guiadas.

- Y para el 2023, ¿Qué exposiciones vamos a ver en el museo? ¿Qué proyectos tienen?

"Tenemos para el 2023 dos exposiciones de artistas muy importantes, que viven en el extranjero, Cecilia Vicuña y Alfredo Jaar. Son exposiciones muy importantes temáticamente, y también importantes para el público chileno".

Yo creo que como en otros organismos de estado, para el 2023 el tema de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado va a jugar un rol bien importante. En ese sentido, tenemos dos exposiciones de artistas muy importantes, que viven en el extranjero, Cecilia Vicuña y Alfredo Jaar. Son exposiciones muy importantes temáticamente, y también importantes para el público chileno, porque también saldan deudas que los chilenos tenemos con estos artistas.

Además haremos un par de exposiciones específicas de la colección del museo en relación con la temática de 1973 y de los derechos humanos. 

Nuestra programación en 2023 va a estar marcada por el golpe de estado, además de los temas más habituales que toma el museo. Yo confío que sea una oferta bien atractiva de exposiciones.



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