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Jueves, 7 de Agosto de 2025
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El caso Cassez-Vallarta, una novela criminal: El poder que no se ve

Juan Pablo Vilches

El caso Cassez-Vallarta, una novela criminal (2023).

El caso Cassez-Vallarta, una novela criminal
El caso Cassez-Vallarta, una novela criminal

Basado en una laureada novela de Jorge Volpi, este documental se vale de un bullado caso policial con secuelas diplomáticas para denunciar el opaco orden que sostiene y atormenta a la sociedad mexicana.

Genaro García Luna fue el secretario de Seguridad Pública de México durante el sexenio del presidente Felipe Calderón (2006-2012). Dicho cargo implicaba la prevención de delitos, el apoyo a la fiscalía para la investigación de los ya ocurridos y, ciertamente, el combate al narcotráfico. 

Sin embargo, en 2010 –antes de que terminara el periodo de Calderón– ya existían investigaciones periodísticas que acusaban a García Luna de estar al servicio del infame Chapo Guzmán y su Cartel de Sinaloa, ocupando su cargo en el Estado para combatir a los carteles rivales de su patrón.

En 2013 la revista Forbes lo incluyó en la lista de los diez mexicanos más corruptos de ese año, por lo que no fue de extrañar que en 2019 fuera arrestado en EE. UU., donde es juzgado en estos momentos por diversos delitos, principalmente los relacionados con el Chapo. 

Pues bien, hay otros episodios oscuros en la trayectoria de García Luna y uno de ellos es tratado detalladamente en el documental que nos ocupa, basado en la novela del escritor mexicano Jorge Volpi, Una novela criminal (Premio Alfaguara en 2018).

El documental y la novela refieren a la detención en 2005 de un mecánico llamado Israel Vallarta y su pareja de aquel entonces, una ciudadana francesa llamada Florence Cassez, y su posterior juicio y condena como supuestos líderes de una banda de secuestradores llamada los Zodiacos. 

El primer episodio de El caso Cassez-Vallarta: una novela criminal es bastante riguroso en la reconstitución de la mediática detención de Vallarta y Cassez; y bastante generoso en las fuentes involucradas

En aquel entonces, García Luna era el director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) –el equivalente a nuestra PDI– bajo la presidencia de Vicente Fox, y dirigió este operativo en un contexto sobrepasado por diversas formas de crimen, donde ciertamente destacaban los secuestros. Es decir, montó un operativo policial, mediático y político que diera la impresión de que se avanzaba en algo. Como ocurrió acá con la Operación Huracán y el software Antorcha, por ejemplo. 

El primer episodio de El caso Cassez-Vallarta: una novela criminal es bastante riguroso en la reconstitución de la mediática detención de Vallarta y Cassez; y bastante generoso en las fuentes involucradas: la propia Florence y su familia; familiares de Israel; periodistas investigadores; reporteros y presentadores de Televisa (quien llegó primero a la detención) y de otros canales; y el propio Volpi como enlace y puente (pero no narrador) de aquella información importante que los entrevistados no verbalizaron.

El vibrante mosaico de testimonios y hechos no tarda mucho en denunciar lo fraudulento de la detención de Vallarta y Cassez; no afirma necesariamente que sean inocentes –el documental no es tajante al respecto, en especial con Vallarta– sino porque el operativo fue montado y exhibido de tal manera que la verdadera culpabilidad de la pareja era irrelevante ante la apariencia de esta ante el público.

Al develar los detalles del montaje, el segundo episodio logra un punto alto en realidad y vergüenza ajena, al poner en evidencia las contradicciones entre las autoridades –de García Luna para abajo–, las de los detenidos y principalmente de los periodistas y conductores de Televisa, quienes apelan a los más variados recursos del idioma para deslindar responsabilidad del operativo que conmocionó a México ese 9 de diciembre de 2005.

Se habrá notado que la división en episodios no es gratuita, y que cada uno agrega una capa de complejidad y de poder involucrado. Pues bien, el tercero es tal vez el más inquietante de todo el conjunto. 

Con imágenes de una impecable restauración del clásico El Gólem (Paul Wegener y Carl Boese, 1920), el documental presenta a otro actor clave en esta historia: Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol. A este personaje lo escuchamos pero no lo vemos, y su voz –y su tono y sus modismos– nos permiten vislumbrar la explosiva mezcla de un gran chingón mexicano con un patriarca oficioso de la comunidad judía, cuyos entuertos resuelve y a cuyos miembros protege; como el Gólem.

El documental se luce al construir un Margolis tan opaco como omnipotente, el verdadero corazón esta historia y motor de sus ramificaciones por causa de sus caprichos y sus rencores. Y sus contactos con García Luna, ciertamente.

Si Margolis está en el tercer capítulo de los cinco que tiene la serie –es decir, al centro–, es porque en él se encuentra el oscuro núcleo de cómo funciona realmente el poder en México (y en otros lugares que se le parecen), dejando para antes y después las capas externas. Como la publicitada captura de Cassez y Vallarta, o como los efímeros burócratas que ocupan temporalmente los máximos cargos de representación popular.

El documental se luce al construir un Margolis tan opaco como omnipotente, el verdadero corazón esta historia y motor de sus ramificaciones por causa de sus caprichos y sus rencores. Y sus contactos con García Luna, ciertamente.

Es así como el episodio cuatro se centra en los presidentes Felipe Calderón y Nicolas Sarkozy, y el altercado de egos y agendas propias que ambos disimulan bastante mal en sus declaraciones de archivo y en las entrevistas que dieron a los realizadores del documental. El caso Cassez significó un altercado diplomático importante entre ambos países, principalmente por la tozudez de los respectivos mandatarios, lo que sería hasta cómico si no fuera por el dramático periplo de Cassez y de toda la familia Vallarta.

La resolución parcial del caso en el quinto episodio –con el involucramiento de la Corte Suprema mexicana, y con otros personajes gobernando en ambos países– parece llevar al documental a un cierre algo más luminoso; sin embargo, la acumulación de vueltas del caso y de gente arrastrada por el Estado para darle credibilidad al montaje original, dan un panorama general de incredulidad y desolación.

Lo que dejó este caso fue un cementerio de vidas dañadas y destruidas parcial o totalmente, en parte por García Luna, Calderón y su narrativa de guerra contra la delincuencia y el narco; en parte, por un sistema de justicia mexicano que perdió mucha de su independencia ante las directivas del gobierno y ante el poder económico.

Es verdaderamente aterradora la indefensión de los ciudadanos comunes ante los caprichos de los encumbrados como García Luna y Margolis. Y si bien los cambios de rumbo desde la política –como los impulsados por López Obrador– pueden morigerar los abusos provenientes del Estado, sigue habiendo un poder que opera y que no se ve. Como el rostro de Margolis.

Acerca de…

Título original: El caso Cassez-Vallarta, una novela criminal (2023)
Nacionalidad: México
Dirigido por: Gerardo Naranjo
Duración: Cinco episodios de una hora aprox.
Se puede ver en: Netflix



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