Ya son 32 años los que lleva Libertad y Desarrollo (LyD) como el centro de operaciones primordial para la derecha chilena. Nació de la mano de tres ex ministros de Pinochet y Cristian Larroulet, ex jefe de asesores de Sebastián Piñera;  y ha participado con más cuatro mil intervenciones legislativas, 54 mil apariciones en medios de comunicación, hasta la fecha, un promedio de ocho portadas en diarios tradicionales y una oficina —cerrada desde 2020— en el Congreso. 

Desde su fundación, LyD ha estado en tres inmuebles; la última casona, ubicada en Alcántara 498, en El Golf. Desde allí operaron, hasta ingresar a la Convención Constitucional, las constituyentes Marcela Cubillos, quien ejercía de directora ejecutiva; y Constanza Hube, quien participaba como asesora legislativa.  

El bien raíz tiene un avalúo fiscal de casi 1.974 millones de pesos, lo que equivale a más de 2.5 millones de dólares, según cifras actualizadas hasta la primera semana de enero de 2021.

Un gris opaco, a primera vista recién pintado, resalta en la fachada de la casona ubicada en Alcántara 498, en el lujoso barrio de El Golf, en Las Condes, a una cuadra del colegio Verbo Divino. En 700 metros cuadrados construidos y con una superficie total aproximada de 1.646 metros cuadrados de terreno, según mediciones en imágenes satelitales de Google Earth, se ubican las oficinas de la Fundación Libertad y Desarrollo desde 2001. 

Es su tercera residencia desde que comenzaron sus operaciones en marzo de 1990. Primero LyD estuvo en Triana 855, en Providencia, a pasos del metro Salvador, y luego pasó a una casa ubicada en San Crescente 855, a cinco cuadras hacia Tobalaba desde su actual centro de operaciones.

En los antecedentes de la oficina de Libertad y Desarrollo de Servicios de Impuestos Internos figura Instituto Libertad y Desarrollo S.A. como propietario de una oficina No Agrícola y el bien raíz tiene un avalúo fiscal de casi 1.974 millones de pesos, lo que equivale a más de 2.5 millones de dólares, según cifras actualizadas hasta la primera semana de enero de 2021.

Sin embargo, esta propiedad no siempre perteneció a LyD. Esto se puede observar en los documentos de permiso de edificación: por lo menos hasta 2014 la casona ubicada en Alcántara 498, esquina Presidente Errázuriz, estaba registrada a nombre de EuroAmérica Seguros de Vida S.A y su representante legal era Nicholas Davis Lecaros y no Libertad y Desarrollo.

Davis Lecaros es un empresario de 48 años, heredero de la sociedad fundada por su padre Benjamín Davis, junto a la sociedad española Mapfre. Asumió el mando de la empresa del sector financiero en 2010, cuando falleció el padre. El grupo dedicado a la administración de fondos y corretaje de bolsa, entre otras acciones, acumula un patrimonio de 182 millones de dólares y administra una cartera de activos de 3.500 millones de dólares, como lo transparentan en sus declaraciones. 

El empresario, que en los últimos años ha inclinado sus intereses en la preservación natural, especialmente en Pichilemu, donde creó hace cinco años la Fundación Punta de Lobos, según una entrevista realizada por el diario La Tercera el 11 de diciembre de 2020, además coincide con el arquitecto Rosende Álvarez en sus intereses en la universidad del Opus Dei ubicada en el sector precordillerano de San Carlos de Apoquindo. Davis Lecaros figura en el Consejo Asesor Empresarial, también del edificio ESE Business School, de la Universidad de Los Andes.

Lo llamativo es que a pesar de haber hecho uso de la facultad como beneficiario del leasing, Libertad y Desarrollo en 2019 gastó 84 millones de pesos en arriendos de oficinas y otros.

Henry Comber, presidente del directorio de EuroAmerica Seguros de Vida S.A, confirma que la propiedad perteneció al grupo empresarial: “Era un leasing y se vendió hace casi seis años”. Leasing es un arrendamiento financiero que consiste en que, en este caso EuroAmérica decidió darle el beneficio de alquiler a Libertad y Desarrollo por un cierto periodo de tiempo y luego, al finalizar el contrato, el instituto hizo uso de la compra.

Lo llamativo es que a pesar de haber hecho uso de la facultad como beneficiario del leasing, Libertad y Desarrollo en 2019 gastó 84 millones de pesos en arriendos de oficinas y otros; un promedio de más de 7 millones de pesos al mes.

Hasta la fecha, y tras los treinta y dos años de funcionamiento ya mencionados, se desconoce quién financia a Libertad y Desarrollo. En el reportaje realizado para el medio Interferencia, se logró configurar, al menos, los intereses políticos, económicos y mediáticos que desenvuelven al think tank.

Un inmueble de lujo

Al caminar por la plazoleta de la elegante Avenida Presidente Errázuriz, desde Américo Vespucio, se observa un subterráneo para autos. En 2015, al cumplir 25 años operando como principal centro de ideas y estudios de la derecha chilena, el Instituto celebró con dos nuevas propuestas: la millonaria construcción de un estacionamiento en el subsuelo para 27 automóviles y la de un anfiteatro con tecnología de punta, con 70 butacas. Ambos se encuentran en el mismo espacio bajo nivel. Esta remodelación del recinto fue realizada para las 35 personas que trabajan en el lugar.

Tras llegar a la esquina de Alcántara se observa una puerta roja, visiblemente diferente al gris opaco de la superficie. Es la entrada principal, después de pasar la reja, a las oficinas de Libertad y Desarrollo.

En el hall principal se ubica un largo escritorio de recepción blanco;  el mismo color predomina en las paredes interiores de la residencia y destaca en cada rincón. Los techos son altos y el piso de parquet está bien cuidado. A la derecha, una mampara grande de vidrio separa una habitación de otra. A través de la mampara se observan unas escaleras de madera que van camino al subsuelo. 

Según se observa en los documentos de los permisos de obra de la Municipalidad de Las Condes, esta casona fue construida el 15 de enero de 1951 y solamente tuvo dos remodelaciones en sus 70 años.

Además, una vitrina con distintos libros, parecida a una exhibición se encuentra a un costado izquierdo de la recepción. En aquella repisa, destaca el libro El Otro Golpe: 18 de octubre de 2019, de Luis Larraín Arroyo, el anterior director ejecutivo de la entidad. El libro fue publicado por ediciones LYD en conjunto con Ediciones El Líbero, del medio digital con el mismo nombre y que comparte la cercanía con la derecha. En sus 30 años, Libertad y Desarrollo ha publicado 108 libros, de los que son autores sus consejeros, directivos e investigadores. 

Según se observa en los documentos de los permisos de obra de la Municipalidad de Las Condes, esta casona fue construida el 15 de enero de 1951 y solamente tuvo dos remodelaciones en sus 70 años, previas a esta enorme inversión: una ampliación del 30 de diciembre de 1987 y otra obra menor en 2002, un año después de la llegada de LyD.

Para estas edificaciones necesitaron dos autorizaciones. El permiso para la construcción del auditorio, se dio en agosto 2012 y el del subterráneo para autos en marzo de 2014. Estos planos y documentos fueron presentados por el arquitecto Guillermo Rosende Álvarez, junto a su socio Rodrigo Ibáñez Vial, quien ya no figura en la página web de la empresa.  En el portafolio del estudio de Guillermo Rosende & Asociados Arquitectos se observa, entre otros proyectos, la construcción de varias remodelaciones de la Universidad de los Andes, entre ellas el levantamiento en 2001 de la ESE Business School; la escuela de postgrados y la formación de altos directivos empresariales, de la universidad perteneciente al Opus Dei.