La política de la Universidad de Santiago (USACH) está revuelta. Esto luego de dos años de gestión del rector Rodrigo Vidal, un arquitecto evangélico quien reemplazó a Juan Manuel Zolezzi -el histórico rector que condujo la casa de estudios por 16 años-, con la promesa de generar cambios.
En particular, Vidal enfrenta una revisión de la elección mediante la cual fue nombrado rector, por la exclusión de los llamados profesores hora en los comicios. Algo que no es nuevo, ya que el recurso casi costó la salida del propio rector Zolezzi tras un fallo en contra del Tribunal Electoral Metropolitano en mayo 2019, que solo fue revertido en segunda instancia.
En este sentido, los académicos no olvidan que durante la elección de 2019, en la que Vidal quedó segundo, el arquitecto era uno de los defensores del derecho de los casi 2.000 profesores hora a votar. Hecho que se contrasta con la defensa que hoy levantó para defender su elección de 2022 en tribunales, al menos hasta terminar sus cuatro años encabezando la Rectoría (2026).
Es así que Vidal busca robustecerse ante la posible tormenta de revisiones electorales. Y no la tiene fácil, pues más allá de lo que decidan las autoridades electorales ante el nuevo recurso de los profesores hora, su gestión está bajo una crítica que le puede costar caro.
Los académicos no olvidan que durante la elección de 2019, en la que Vidal quedó segundo, el arquitecto era uno de los defensores del derecho de los casi 2.000 profesores hora a votar.
Sus más enconados rivales dicen que su administración ha sido una continuidad del zolezzismo, y que, sus intentos por cambiar, llevan a la creación de una fuerza evangélica que puede resultar perturbadora para la identidad de esta universidad laica, cuyo máximo ícono es el músico y actor comunista Víctor Jara.
En general, el mundo universitario de la USACH reconoce que desde su elección Vidal tuvo que hacer concesiones al zolezzismo saliente, lo que se hizo patente en el nombramiento de algunos cargos, y que mantuvo un perfil de izquierda, con el que matiza el hecho de que el actual rector es activo y reconocido miembro de la Iglesia Metodista Pentecostal, habiendo logrado interceder para que la Catedral Evangélica, ubicada en frente de la USACH, sea considerada monumento nacional en 2013.
Sin embargo, en los últimos meses Vidal ha emprendido un reacomodo en los puestos administrativos, que llena de interrogantes a la comunidad universitaria.
En marzo, el rector Vidal comunicó la salida del prorrector Pedro Palominos, ingeniero civil y académico de larga carrera en la USACH, quien ostentó el mismo cargo en la era Zolezzi. Cabe mencionar que durante la elección de 2022, Vidal derrotó a Palominos en primera vuelta y a Jorge Torres, también ex prorrector, en segunda vuelta.
En su reemplazo, Vidal nombró en la Prorrectoría a Cristián Muñoz, también metodista, quien en diciembre había sido reelecto como decano de la Facultad de Administración y Economía.
Junto a Muñoz, ha habido cambios en dos de las siete vicerrectorías de la USACH. Para el cambio anunciado en marzo, asumió como vicerrectora Académica, la doctora en psicología Patricia Pallavicini, mientras que en Vinculación con el Medio, asumió la también doctora en psicología Ana María Fernández. Ambas son evangélicas.
Con estas incorporaciones, la Rectoría, la Prorrectoría, dos vicerrectorías y la Secretaría General (ocupada desde 2022 por Francisco Zambrano) están en manos evangélicas, y solo cinco vicerrectorías no lo están. Un buen paraguas para hacer frente las turbulencias electorales que vienen.
Si bien Vidal en un principio ha sido discreto respecto de su filiación evangélica, buscando ofrecer garantías de libre pensamiento en la USACH, con el paso del tiempo han emergido algunas señales de actividad proselitista que preocupan a una parte de la comunidad universitaria.
“La USACH ahora parece un mural de templo evangélico”, afirma una académica, quien hace notar la gran cantidad de propaganda de ese culto que cuelga de las paredes de la casa de estudios.
Si bien esta actividad corresponde a agrupaciones de alumnos evangélicos, quienes incluso han logrado representación al nivel de la Federación de Estudiantes, quienes miran con mayor escepticismo ven una acción más coordinada de evangélicos de los distintos estamentos, al menos al nivel de alumnado y profesorado, lo que estaría influyendo en algunos nombramientos en cargos intermedios de ex alumnos evangélicos.
Pero no solo eso. También otros académicos han notado cómo las autoridades del gobierno universitario han girado la concepción de la USACH desde ser una universidad ‘laica’, a una ‘librepensadora’. Algo que puede parecer un detalle, pero que en la segunda acepción abre la identidad de esta casa de estudios al pensamiento religioso, mientras que la primera -‘laica’-, la cierra.
Interferencia se comunicó con distintos profesores de la USACH para conocer su parecer, algunos de los cuales no ven, de momento, un problema general al nivel de la administración, aunque sí reconocen el incremento de la participación de grupos religiosos.
Sin embargo, a algunos preocupa el caso del nuevo prorrector Muñoz, quien está a cargo de “apoyar directamente al rector en las diferentes materias concernientes al funcionamiento universitario interno y externo, siendo su foco central el área de Desarrollo Estratégico Institucional”, según la definición de Prorrectoría de esta casa de estudios.
“La USACH ahora parece un mural de un templo evangélico”, afirma una académica, quien hace notar la gran cantidad de propaganda de ese culto que cuelga de las paredes de la casa de estudios.
Si bien reconocen que se trata de un académico de carrera en la FAE, Muñoz en ocasiones ha cruzado la barrera respecto a la prescindencia que se espera de su religión en su actividad académica.
En particular, miembros de la comunidad de la USACH hicieron llegar a Interferencia una prueba de Ética y Responsabilidad Social Empresarial, de la carrera de Ingeniería Comercial, en que se hacen preguntas de verdadero o falso respecto al ‘derecho bíblico’, como la facultad exclusiva de heredar de los varones o la ‘idea de escasez’, en relación a la expulsión de Eva del Paraíso.
Por otra parte, en 2019 El Mostrador publicó un artículo titulado El estallido evangélico en universidades laicas y su soterrada influencia política, en que señalaban a Muñoz como la mano derecha del ahora rector Vidal durante las gestiones para reconocer a la iglesia de Jotabeche como monumento histórico.
Sin embargo, Muñoz desmintió su relación con Vidal a través de una carta publicada en el sitio web de divulgación Pensamiento Pentecostal. Según el entonces decano y ahora nuevo prorrector, nunca compartió servicio religioso con Vidal y solamente una vez participó de una reunión de trabajo dónde asistieron el rector y el obispo Eduardo Durán, pero que “no tuvo relación alguna” con el proyecto de monumento histórico.
Con el nombramiento, la cercanía parece volver al terreno de la duda válida.
Respecto a la nueva vicerrectora académica, Patricia Pallavicini, quienes tienden a ver menos complicación en las filiaciones religiosas de las autoridades, dicen que ella ya había ocupado el cargo durante cuatro años en la era Zolezzi, por lo que las críticas a su nombramiento corren más bien por continuismo.
Cabe mencionar que el propio rector Vidal había nombrado a Pallavicini como vicerrectora de Vinculación con el Medio en 2022. “Vidal prometió que nadie se repetiría el plato, pero ahora incumple la palabra empeñada”, apunta una fuente que solicitó anonimato para poder hablar libremente.
En cualquier caso, el nombramiento que más llama la atención fue el del secretario general de la USACH en 2022, el que recayó en el profesor de Derecho Constitucional y Administrativo, Francisco Zambrano, quien además es feligrés de la Iglesia Bautista de Conchalí. Un credo evangélico, en todo caso, distinto al del rector Vidal, y al parecer más militante.
Con todo, la tesis de magíster en Psicología de Pallavicini fue respecto al pentecostalismo, titulada Un acercamiento hacia la dimensión psicoterapéutica del cristianismo bíblico: Un estudio con relatos de vida. Además, la actual vicerrectora académica dispuso en el texto que su trabajo trata de un “análisis bibliográfico de la reconstrucción del concepto de trabajo como consecuencia de la conversión al pentecostalismo”.
En cualquier caso, el nombramiento que más llama la atención fue el del secretario general de la USACH en 2022, el que recayó en el profesor de Derecho Constitucional y Administrativo, Francisco Zambrano, quien además es feligrés de la Iglesia Bautista de Conchalí. Un credo evangélico, en todo caso, distinto al del rector Vidal, y al parecer más militante.
Durante 2023 circuló un video entre la comunidad universitaria del canal de YouTube de dicha Iglesia, en el cual Zambrano interpretaba una serie de versículos bíblicos para una audiencia que lo seguía por Zoom. El título de la actividad fue Los pactos de Dios.
En detalle, según la interpretación de Zambrano de Génesis 9:12-17, el arcoíris como símbolo del nuevo pacto entre Noé y Dios tras el diluvio ha sido robado por otras ideologías: “Este símbolo que nos han intentado robar ciertos movimientos, ciertas ideologías, ciertos grupos de personas, que es el arcoiris, que es una señal que permanece hasta el día de hoy como el símbolo de un pacto de Dios".
Cabe mencionar que el arcoiris fue el símbolo de la Concertación de Partidos Políticos por la Democracia, hasta que la entidad implosionó para incluir al Partido Comunista y llamarse Nueva Mayoría. Pero, probablemente el académico se refería al arcoíris como símbolo de la comunidad LGTB+.
Sobre la importancia del secretario general de la USACH, académicos consultados por Interferencia señalaron que se trata de un cargo del que dependen áreas capitales para el funcionamiento y control de la universidad, como la Fiscalía Interna, que se ocupa de los sumarios, y la Contraloría Universitaria, cargo que está vacante hace años a falta de un concurso de Alta Dirección Pública, siendo éste subrogado.
Al respecto, algunos académicos observan que ya se ha notado la mano del nuevo secretario, pues se ha prohibido el consumo de alcohol en celebraciones, tales como ceremonias de titulación. Asimismo, dicen que los alumnos de las Águilas de Jesús tienen plena disponibilidad de salas.
Un rector rojo evangélico
Hijo de pastores evangélicos y hermano del ex diputado de Revolución Democrática (RD), Pablo Vidal, el arquitecto y rector Rodrigo Vidal no esconde su vinculación con la Iglesia Metodista Pentecostal, sobre la que escribió el libro Entender el Templo Pentecostal: elementos, fundamentos, significados.
Entre 2012 y 2014 Vidal participó junto a la iglesia entonces dirigida por el polémico obispo Eduardo Durán, quien fue destituido en 2019, en diversas gestiones para declarar la Catedral Evangélica de calle Jotabeche, frente a la USACH, como Monumento Nacional. Al margen, realizó un proyecto de Fondecyt para investigar los elementos característicos de los templos pentecostales en Chile.
Además, durante 2016, Vidal participó codo a codo con el obispo Durán en diversas reuniones de lobby solicitando el financiamiento de un proyecto de reparación y normalización de la Catedral Evangélica.
Vidal está lejos de ser un derechista. Académicos consultados señalan que el rector se ha mantenido en una línea cercana a la izquierda que caracteriza a la USACH, evidenciado en sus vínculos con Revolución Democrática, ex partido de su hermano, y en el apoyo que brindó a Gabriel Boric durante su candidatura presidencial de 2022.
En el registro consta que acudieron, entre otros, con el entonces intendente de Santiago y hoy gobernador regional, Claudio Orrego (ex DC), quien buscó abiertamente el apoyo del mundo evangélico durante las primarias presidenciales de 2013; con el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga (DC); y con el Ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza (PC), hoy director de la Escuela de Psicología de la USACH.
Tras las reuniones todo iba viento en popa. Ese mismo año el intendente Orrego anunció la donación del Gobierno de casi $6.000 millones para el proyecto de la Catedral Evangélica. Pero, la entrega del dinero se congeló tras la salida de protocolo durante el Te Deum Evalgélico de 2017, en la que la presidenta Bachelet fue insultada por los asistentes debido a la agenda social.
Sin embargo, Vidal está lejos de ser un derechista. Académicos consultados señalan que el rector se ha mantenido en una línea cercana a la izquierda que caracteriza a la USACH, evidenciado en sus vínculos con Revolución Democrática (RD), ex partido de su hermano, y en el apoyo que brindó a Gabriel Boric durante su candidatura presidencial de 2022.
En este sentido, académicos consultados por Interferencia señalan que Vidal intenta imitar al cura luterano Helmuth Frenz, fundador del Comité Pro-Paz que protegió a personas perseguidas durante la dictadura militar.
Como su referente político-religioso de su natal Concepción, Vidal ha señalado en entrevistas que creció escuchando el Evangelio y a Salvador Allende, de lo que recibió fuertes valores cristianos y de centroizquierda.
Así como en el campus de la universidad no es raro ver los murales alusivos a la Brigada Ramona Parra conviviendo con las pancartas de los grupos de alumnos evangélicos, en la oficina del rector tampoco llama la atención ver bajo la foto del presidente Boric una Biblia en el escritorio del rector Vidal.
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