Más breve y centrada en unas pocas pero llamativas ideas fuerza fue la última cuenta pública del presidente Gabriel Boric. Con un análisis al país que recibió y el que legará, el mandatario apuntó a la revuelta de 2019 como una expresión de “legítimo malestar acumulado”, así como a los dos procesos constituyentes fallidos como “como un fracaso”, l el discurso se centró en dos grandes propuestas: el proyecto de aborto sin causales y el cambio de régimen penitenciario en Punta Peuco. 

Sobre el proyecto de ley de aborto, el mandatario dedicó un párrafo en su discurso de 47 páginas, traducido en 2 horas y 32 minutos. Al respecto, señaló que siguiendo el compromiso adquirido durante la cuenta pública del año pasado, “le pido al Congreso que en la tremenda diversidad de opiniones sobre la propuesta de legalizar el aborto con plazo que hemos ingresado no se nieguen a la discusión”. 

“No les nieguen al menos el debate democrático como ciudadanas plenas capaces de decidir”, apuntó.

Sobre Punta Peuco, si bien no se le pone fin como sí lo hizo Piñera con el Penal Cordillera, Boric anunció la transformación al recinto a una cárcel común.

“He instruido al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos modificar el decreto que creó dicho establecimiento, abandonando su condición de especial y transformándolo en un penal común que permita segregar a personas según los requerimientos de gendarmería”, señaló el presidente.

Cabe recordar que durante su último gobierno, la expresidenta Michelle Bachelet mandató el cierre de Punta Peuco, pero su ministro de Justicia, Jaime Campos, se negó por considerarlo una medida inconstitucional.

Así también, el presidente comprometió un proyecto de descarbonización acelerada, siguiendo el plan lanzado por el expresidente Sebastián Piñera en 2019, “el segundo semestre ingresaremos el proyecto de ley de descarbonización acelerada para facilitar los proyectos de inversión que permitan terminar con las termoeléctricas a carbón”. 

Anuncios: un "corte" con el gobierno de Israel

Un anuncio fue sin dudas el más llamativo de la cuenta pública: la prohibición de importaciones y embargo de armas israelíes, apuntando al genocidio en Gaza.

Respecto a Israel, Boric recordó que como presidente “llamé a consultas a nuestro embajador en Israel, he instruido el retiro de nuestros agregados militares de dicho país, suspendimos la participación de Israel en la tradicional Fidae, intervenimos en la denuncia presentada por Sudáfrica contra Israel por violaciones a la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio y solicitamos junto a México a la Corte Penal Internacional que investigue los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en Gaza”.

En esta línea, señaló que su gobierno ingresará un “proyecto de ley que prohíbe la importación de productos producidos en territorios ilegalmente ocupados. Además he instruido a la ministra de Defensa que a la brevedad me presente un plan de diversificación de nuestras relaciones comerciales en materia de defensa que nos permita dejar de depender de la industria israelí en toda área”. 

Por otra parte, Boric enumeró a los avances de su gestión, centrados en la seguridad pública: un descenso en la migración irregular, el crecimiento del 2% de la economía, así como políticas que como el Copago Cero, las 40 horas, la Reforma de Pensiones, el Royalty de la Gran Minería y la Ley Papito Corazón fueron algunos de los destacados por el presidente para resumir sus cuatro años de administración.