La semana pasada, Interferencia publicó el artículo titulado 'Juegos para niños diseñados por Miguel Lawner durante su prisión política en dictadura serán inaugurados en Chiloé'. Consultamos por correo electrónico al arquitecto su impresión de este proyecto y su sensación de ver construídos estos juegos que diseñó durante su detención en dictadura en Isla Dawson. Días después nos hizo llegar su respuesta, que compartimos en este artículo con nuestros lectores.

La construcción de los juegos infantiles en Castro, que diseñé en Isla Dawson, a solicitud del comandante del campo, es para mí, extraordinariamente emocionante.

Han transcurrido 50 años desde que Chile vivió las horas más trágicas de su existencia, con un país tan polarizado y donde quienes apoyamos al gobierno de Salvador Allende, fuimos detenidos en calidad de prisioneros de guerra. 

En esas duras circunstancias, prevaleció para mí el humanismo que he sostenido toda la vida y comprenderás que concebí dichos juegos con el mayor cariño, sabiendo que estaban destinados a entretener a niños privados de este legítimo derecho en el confín más austral del planeta.

Es conmovedor para mí, saber que los juegos en Castro han sido construidos teniendo presente su origen tan dramático, para que animen la vida de las niñas y los niños de hoy, que no debieran jamás estar expuestos a vivir horas de dolor. 

Tal como titulé el libro que contiene los dibujos que realicé mientras permanecí cautivo: "La vida a pesar de todo".