Las excentricidades y objetos de lujo que Alberto Chang acumuló hasta antes que se descubriera cómo manejaba Grupo Arcano, parecen haber sido financiados con el mismo dinero que sus inversionistas y algunos de sus empleados le confiaban. Esa hipótesis, que ha sido levantada por fiscales, querellantes y la opinión pública, hasta ahora no se ha podido comprobar judicialmente, pues Chang vive en Malta y las opciones de traerlo a Chile son cada vez más lejanas. La semana pasada, la justicia de ese país-isla ubicado en el Mediterráneo, rechazó el pedido de extradición de Chile.

INTERFERENCIA comenzó una investigación periodística sobre nuevos antecedentes del llamado Caso Arcano, la estafa piramidal de más de US$100 millones por la cual Chang está siendo indagado penalmente hace más de dos años. Dicha investigación periodística dio cuenta de una serie de grabaciones secretas entre el propio Chang, su ex colaborador y amigo íntimo, Rodrigo Quintanilla, y Manuel Pastrian, el contador de la empresa.

El 29 de octubre INTERFERENCIA publicó los primeros audios en un artículo titulado "Las grabaciones secretas de Alberto Chang", golpe noticioso que fue recogido en casi todos los medios de comunicación chilenos, incluyendo incluso los matinales de la TV.

Para Chang y su contador, la plana gerencial del Grupo Arcano valía peanuts, es decir, un maní, una miseria.

Esas grabaciones expusieron por primera vez cómo se manejaba la estructura societaria del Grupo Arcano y las acciones que los tres preparaban para su futuro. Nuevos audios que ha podido analizar INTERFERENCIA y que publica hoy de forma exclusiva, dan cuenta de otros dos hechos: primero, que Chang destinó el dinero de sus inversionistas, al menos en una ocasión, para la compra de bienes inmobiliarios de él y de su madre; y segundo, que sus ejecutivos, varios de los cuales estuvieron implicados en la causa, no le merecían su respeto. Para él y su contador, la plana gerencial del Grupo Arcano valía “peanuts”, es decir, un maní, una miseria.

Millonarias propiedades

Los audios secretos del caso Arcano se conocen tras la revisión del computador de Rodrigo Quintanilla, quien murió en 2015 antes que estallara la causa judicial. Casi tres años después, su computador fue objeto de una pericia en la que se detectó un laboratorio para falsificar documentos notariales, bancarios y balances falsos; además de más de seis horas de grabaciones secretas entre Chang, Quintanilla y Manuel Pastrian, el contador del grupo.

En esas grabaciones se puede escuchar a Chang y Pastrian dialogando sobre cómo armar la contabilidad de todas las empresas del Grupo Arcano, en especial de Onix Capital, la firma con la que captaba clientes inversionistas. La mayoría de las compañías del Grupo Arcano eran de papel, tenían pérdidas o simplemente no operaban. La idea, se escucha en los audios, era regularizar la situación tributaria y legal de todo el grupo. Para ello, Chang le entregaba a Pastrian proyecciones de cuánto él creía que podían rentar las inversiones del grupo, dinero que serviría luego para pagarle a sus clientes inversionistas.

Chang compró una propiedad para su madre y otra para él, avaluadas ambas en $670 millones. Trató de recuperar ese dinero a través de apuestas en la bolsa chilena, pero le fue mal y generó una pérdida que buscó cubrir con créditos bancarios.

Chang, según Pastrian, hablaba de entre 15% y 17% de rentabilidad de sus inversiones. Con esas cifras el contador armaba los balances y proyectaba una utilidad financiera de Onix que, en realidad, no era tal. Pero sí servía para ponerla en los libros contables y dar una apariencia de solvencia y seriedad ante sus clientes, empleados y la autoridad. En medio de ese armado societario, Chang y Pastrian dejan ver la compra de dos propiedades para la familia Chang Rajii, concretadas con dinero de sus clientes.

En síntesis, Chang compró una propiedad para su madre y otra para él, avaluadas ambas en $670 millones. Trató de recuperar ese dinero a través de apuestas de corto plazo en la bolsa chilena, pero le fue mal y generó una pérdida que buscó cubrir con créditos bancarios. El dialogo entre ambos fue en estos términos:

Pastrian: “De corto plazo no son buenas inversiones (las de la bolsa). Es mucha especulación y se puede perder la plata. Y perdiste 500 palos (millones de pesos), que los financiaste con el banco.

Chang: El banco financió eso.

Pastrian: De hecho, tomaste la plata que estabas recibiendo de los flujos (de los inversionistas de Onix) y la aplicaste en bienes raíces y después los tuviste que hipotecar para reemplazar esos fondos.

Para Chang, Pastrian era “un artista” que le resolvía, hasta ese momento, todo su complejo entramado societario y tributario. Incluso cómo cuadrar deudas personales como la anterior, con los números de las empresas en la que recibía plata de sus clientes inversionistas.

Pastrian: Onix Capital tiene utilidad de $503 millones.

Chang: Ahí está el cuadre con mi plata.

Pastrian: (Risas) No, no está el cuadre con tu plata aquí. ¿Sabes por qué te da el cuadre exacto? Porque yo le puse esa utilidad a Onix Capital basado en lo que tu dijiste: ‘la rentabilidad que yo obtengo es de un, no sé, voy a decir una cifra, 15%’. Entonces, yo tomé los capitales que levantó Onix y les apliqué una rentabilidad promedio del 15% o 17% y devengué una utilidad que tú le debes a Onix, por ende, se la debes a tus inversionistas. Es real, 100% real, pero que no se ha percibido. Esto es financiero (…).

Pastrian y Chang divagaron por largo rato sobre cómo cuadrar los gastos, el nivel de deuda y el pago a los inversionistas que habían confiado en él. Pastrian le dijo a Chang que Onix era sólo un “cascarón”.

Chang: Me estoy poniendo nervioso.

Pastrian: Esta utilidad es real en base a tú proyección. Según mi análisis de acciones la utilidad que tú les estás pagando a tus inversionistas no es utilidad que Onix haya ganado, le estás pasando plata del banco tuyo, te estás endeudando para pagarle a tus accionistas, básicamente.

La figura anterior, pagar a sus clientes inversionistas con dinero de préstamos bancarios y no con la rentabilidad de sus inversiones, es una de las formas de operar en las que se ha concentrado el Ministerio Público en estos últimos años. Si aquello se cruza con el dinero que gastaba en objetos y bienes personales, como los inmobiliarios, el esquema daría cuenta del siguiente modus operandi:

1. Captar dinero de clientes inversionistas, a los cuales se les ofrecía una tasa de retorno de hasta 2% mensual al principio. Para obtener una tasa así, decía Chang, él invertía el dinero de sus clientes en empresas innovadoras, paquetes que luego vendía a un precio mucho mayor.

2. Para pagar la tasa de hasta 2% a sus clientes, de acuerdo a lo que se escucha en las grabaciones, Chang no necesariamente cumplía lo anterior. En al menos un caso, consiguió un préstamo bancario. Es decir, no pagaba con las rentabilidades, sino con nueva deuda, lo que en, en los hechos, constituye un esquema Ponzi.

3. Parte del dinero que captaba de sus clientes, de acuerdo a las mismas grabaciones, lo ocupó para comprar objetos y bienes personales, como su departamento y otro para su madre.

Pastrian: Tengo una duda. Chang: Cuéntame, ¿qué duda tienes? Pastrian: Toda tu plana gerencial que ganan $10 millones, $15 millones, ¿ninguno te ha cuestionado que si ellos trabajan en Onix, por qué les llega una liquidación de Valco (otra firma de Chang)? ¿Nadie, nadie ha cuestionado? Chang: No. Pastrian: Y todos ellos que supuestamente son de la banca y son súper entendidos. Chang: Y son MBA. Pastrian: Y son MBA y magister en todos lados, lo que para mí vale peanuts, porque los conozco muy bien. Chang: Sí, sí. Para mí también (risas).

Pastrian y Chang divagaron por largo rato sobre cómo cuadrar los gastos, el nivel de deuda y el pago a los inversionistas que habían confiado en él. Pastrian le dijo a Chang que Onix era sólo un “cascarón”, y le recomendó cerrar algunas de sus empresas; aquellas que no funcionaran o estuvieran en rojo. Esto respondió Chang ante esa recomendación:

Chang: Que las sepulte, para que nadie vaya a buscar el cuerpo. Las deshaga en ácido en la tina.

Pastrian: Lo que yo te propongo es que las fusionemos.

Chang: Si yo muestro hoy día, la administración de fondos (Onix) tiene una utilidad.

Pastrian: Sí.

Chang: Eso es bueno.

Pastrian: Y, de hecho, para el banco te vamos a poner que Alberto Chang también tuvo una utilidad. Porque te voy hacer una utilidad financiera. Te voy a poner $1.000 millones de ganancia financiera, en base a la rentabilidad de las acciones, que para efectos tributarios eso se da vuelta.

Chang: Manuel, ¿cómo tan genial? No te merecemos.

Manuel: (Risas).

¿Qué tanto sabían los ejecutivos?

Cuando INTERFERENCIA publicó el primer reportaje sobre las grabaciones secretas del Caso Arcano, una serie de abogados querellantes señalaron públicamente que estos antecedentes demostraban que la plana gerencial sabía perfectamente cómo operaba el fraude que encabezó Chang. Sin embargo, INTERFERENCIA no dio cuenta de esa información. Al contrario, con la revelación de las grabaciones se supo que había una cúpula pequeña y secreta, compuesta por el mismo Chang, Quintanilla y Pastrian, a la cual no accedieron esos ejecutivos.

Pero los abogados, en matinales televisivos y redes sociales, insistieron en aquello, aunque en la pasada audiencia del caso, el 6 de noviembre, no dijeron una palabra. Como sea, el involucramiento de estos ejecutivos en la causa es una materia que el Ministerio Público ya tiene meridianamente resuelta, pues ha cursado suspensiones del procedimiento en la mayoría de los casos.

¿Aparecen estos ejecutivos en las grabaciones? ¿Qué se dice de ellos en los audios? Más allá de la culpabilidad o no de la plana gerencial, los archivos que INTERFERENCIA revisó no dan cuenta de que esos ejecutivos fueran grabados por Quintanilla, quien era el que realizaba estas grabaciones de manera oculta. Pero sí de conversaciones sobre ellos. Chang y Pastrian se refirieron en estos términos a la plana gerencial del Grupo Arcano, en mayo de 2013.

Pastrian: Ahora, tengo una duda.

Chang: Cuéntame, ¿qué duda tienes?    

Pastrian: Toda tu (…) tu plana gerencial, de Onix, de gerentes generales, que ganan $10 millones, $15 millones, ¿ninguno te ha cuestionado que si ellos trabajan en Onix, por qué les llega una liquidación de Valco (otra firma de Chang)?

Chang: Y los que trabajan en Grupo Arcano, tampoco.

Pastrian: Nadie, nadie ha cuestionado.

Chang: No.

Pastrian: Y todos ellos que supuestamente son de la banca y son súper entendidos.

Chang: Y son MBA.

Pastrian: Y son MBA y magister en todos lados, lo que para mí vale peanuts, porque los conozco muy bien.

Chang: Sí, sí. Para mí también (risas).

Pastrian: ¿Nadie se ha cuestionado que ningún fondo (de inversión) tiene RUT? Sabes qué pasa Alberto, a mí eso me tiene muy preocupado. ¿Por qué? Porque ese nivel de desconocimiento, no por tu gente, sino por lo que le venden a tus inversores básicamente, por lo que te pueda rebotar a ti, a mí la gente que tienes contratada me importa un maní, no me interesa.