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Sábado, 2 de Agosto de 2025
Elecciones

Parlamento Europeo: Ultraderecha se convierte en fuerza consolidada aunque prevalece mayoría ‘proeuropea’  

Interferencia

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Alice Weidel, Giorgia Meloni y Marine Le Pen.
Alice Weidel, Giorgia Meloni y Marine Le Pen.

Los comicios celebrados entre el 6 y el 9 de junio estuvieron marcados por el contexto de los conflictos bélicos en Ucrania y Gaza, aunque la participación electoral alcanzó sólo el 51%, muy similar al 50,66% registrado en las elecciones de 2019.

Las elecciones al Parlamento Europeo confirmaron el buen momento que vive la extrema derecha en la actualidad. Aunque no modificó los equilibrios de poder en el parlamento, los resultados obtenidos por el sector motivaron a la convocatoria de legislativas anticipadas en Francia, a la vez que logró enormes avances en Alemania y Austria.

Las proyecciones indican que el partido ultra Agrupación Nacional -donde destaca la figura de Marine Le Pen- arrasó en Francia y obtuvo el doble de votos que la alianza liberal del presidente Emmanuel Macron. Ante el catastrófico resultado, el mandatario francés pronunció un discurso al país y anunció la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, “cuya primera vuelta tendrá lugar el 30 de junio y el balotaje el 7 de julio”. Según especialistas, no existe precedente hasta ahora de que unas elecciones europeas hayan tenido un impacto tan devastador en la política doméstica de un país del bloque.

En una jornada en que el bloque de 27 países tuvo un cambio palpable hacia la derecha, la primera ministra italiana Giorgia Meloni duplicó con creces sus escaños en el Parlamento Europeo. E incluso después de un escándalo que involucra a sus candidatos, el ultraderechista Alternativa para Alemania -liderado por la economista Alice Weidel- consiguió suficientes bancas para dejar atrás al Partido Socialdemócrata del canciller Olaf Scholz. En Alemania también destacó el recién fundado partido de Sahra Wagenknecht, simpatizante de Rusia y crítico con la Agenda 2030, el que consiguió 6 diputados en el hemiciclo. 

En España, en tanto, los candidatos oficialistas del presidente Pedro Sánchez, perdieron su liderazgo ante el Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, el que aumentó sus 13 diputados a 22, superando por poco al Partido Socialista. Este último cuerpo electoral perdió una banca terminando con 20 escaños.

Aún así, el escenario no fue igual en toda Europa. En los países nórdicos, en particular, la izquierda avanza y la extrema derecha retrocede. En Suecia, Finlandia y Dinamarca, los partidos de izquierda y ecologistas arrasaron con fuerza en las elecciones europeas celebradas este domingo, donde la extrema derecha retrocedió, según resultados y sondeos a boca de urna.

Ante la amenaza de la derecha extrema, el Partido Popular Europeo (PPE) de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen ya se había posicionado a la derecha en cuestiones como migración y cambio climático antes de los comicios, y se vio recompensado al permanecer como el grupo más grande, por amplio margen, en el Parlamento Europeo e intermediarios de-facto de las crecientes facultades de la legislatura.

Los 189 escaños que logró el PPE o lo sitúan de nuevo como primera fuerza en la próxima Eurocámara, levantados por los buenos resultados en países como España o Alemania, y con 13 cupos más que en la legislatura que ahora termina.

La elección de los 720 diputados del Parlamento Europeo abre un nuevo ciclo en la Unión Europea, y los nuevos legisladores designarán al nuevo presidente de la Comisión Europea.

Ganadores y perdedores

Los partidos de extrema derecha lograron avances en las elecciones de la Unión Europea, en las que los grandes perdedores fueron el presidente francés Emmanuel Macron y los Verdes.

Los partidos de extrema derecha ganaron en varios sitios, liderando la votación en Francia, Italia y Austria, mientras el alemán AfD quedó de segundo, por encima del socialdemócrata SPD del canciller Olaf Scholz. La derecha dura también tuvo buenos resultados en Países Bajos.

“La extrema derecha salió bien pero no de forma excelente, no olvidemos que son elecciones de segundo orden”, explicó a la agencia de noticias AFP Francesco Nicoli, investigador invitado del centro de estudios Bruegel.

Ante la amenaza de la derecha extrema, el Partido Popular Europeo (PPE) de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya se había posicionado a la derecha en cuestiones como migración y cambio climático antes de los comicios, y se vio recompensado al permanecer como el grupo más grande, por amplio margen

“No podemos decir que sea un impulso muy, muy significativo”, señaló Christine Verger, del centro de estudios Jacques Delors. “Podría haber cambios dentro de los grupos políticos, no sabemos dónde terminarán algunos legisladores europeos”.

Una duda planteada es si los dos principales grupos de extrema derecha en el Parlamento -Identidad y Democracia y el bloque Conservadores y Reformistas (ECR)- se puedan unir, creando un superbloque. Pero Verger dijo al mismo medio que tal alianza es poco probable.

Los expertos también dudan sobre la influencia que tendrá la extrema derecha en la legislación del Parlamento Europeo.

“El creciente número de legisladores de extrema derecha en el Parlamento Europeo tendrá un impacto limitado en la UE”, vaticinó la experta Marta Lorimer. “No configuran una minoría capaz de hacer un bloque de peso”.

Asimismo, los analistas coincidieron en que fue una buena noche para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien espera alcanzar un segundo quinquenio en el cargo.

Para ello necesita el apoyo de los gobernantes de los 27 países de la UE y del nuevo Parlamento. Los resultados de las legislativas europeas indican que Von der Leyen podrá alcanzar su cometido.

La coalición de socialdemócratas, liberales y conservadores que la apoyó en 2019 vuelve a tener mayoría con más de 400 escaños entre las 720 plazas del Parlamento Europeo.

Por su parte, la votación fue decepcionante para el bloque de los Verdes, que deberá perder unos 20 legisladores europeos.

“Los Verdes son los claros perdedores, y también Macron, pero esas tendencias eran muy evidente”", según Nicoli.

Las preocupaciones europeas sobre la seguridad y el costo de la vida tras la guerra en Ucrania, y otros temas como migración, superaron al medio ambiente en la preocupación de los votantes.

“Los Verdes no han estado muy bien situados para atender esas demandas”, apuntó el analista.

A lo largo de Europa, opositores de extrema derecha lograron canalizar el descontento contra el empuje ambientalista europeo de los últimos años.

En términos de participación, unas 360 millones de personas estaban habilitadas para votar y la participación fue la más alta en 20 años, con casi 51%, según cifras preliminares.

“La buena noticia para la democracia es que la participación parece ser de más de la mitad del electorado, aunque sigue siendo menos que la participación en las elecciones nacionales”, señaló a la agencia AFP Heather Grabbe, investigadora de Bruegel.

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