Este es el tercer Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central en lo que va este año y es la tercera vez en que las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) anual de Chile en 2019 son reajustadas... a la baja.
El primer IPoM fue en marzo, el que proyectó que el crecimiento de este año sería entre 3% y 4%, corrigiendo así la cifra que informó el Banco Central en diciembre del año pasado; en un rango de 3,25% y 4,25% para 2019. El segundo reajuste fue en junio, y quedó entre 2,75% y 3,5%. Hoy ese rango proyectadp es de 2,25% y 2,75%, es decir por debajo de la cifra psicológica del 3% y por debajo del compromiso presidencial de Sebastián Piñera, quien en su cuenta pública a la nación de junio señaló que el país crecería entre el 3,5% y 3%, aunque luego a fines de julio lo situó en torno al 3%.
Según el IPoM de septiembre, la pugna comercial entre Estados Unidos y China explica la baja en el crecimiento del país. "Las tensiones comerciales han aumentado la incertidumbre global, el crecimiento se ha desacelerado en distintos países y los volúmenes de comercio han descendido. La persistencia y creciente complejidad de los conflictos y el predominio de un mayor pesimismo en los mercados hace prever que el impulso externo en lo que resta del año y buena parte del 2020 será bastante inferior al considerado en el IPoM de junio", consigna el documento.
El IPoM también advierte de una baja en la demanda interna y el consumo, y un “menor dinamismo del empleo asalariado privado”. Para el año 2020, el Banco Central proyecta un PIB del rango del 2,75% y 3,75% -menor al que había anunciado en junio, que auguraba entre un 3% a 4%- y para el 2021 se mantiene entre 3% y 4%.
"Es necesario que nos arremanguemos la camisa todos y salgamos a trabajar, lo estamos haciendo desde el gobierno. Así que es una invitación a que esto lo tenemos que construir entre todos: trabajar duro, arremangarnos la camisa y entender que estamos en un escenario externo mucho más complejo", comentó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien restó dramatismo a las malas noticias que llegan del Banco Central, con la esperanza de que el próximo Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) -que mide el crecimiento efectivo de julio- muestre un cambio de tendencia al observar el primer mes del segundo semestre de este año.
Si el IMACEC no viene bien, el Banco Central habrá deparado en menos de un mes tres malas noticias para el gobierno: recortes en la proyección de crecimiento (IPoM), crecimiento real por debajo de las expectativas (IMACEC) y una en la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), pues a principios de agosto esta medición -que toma la temperatura a distintos agentes económicos- recortó dicho indicador a 2,6%, siendo la séptima vez en que se reajusta el indicador hacia la baja.
A esto se suma el anuncio del Banco Central del lunes 2 de septiembre, que bajó la tasa de interés de un 2,5% al 2% (la más baja desde 2010), una medida de estímulo monetario que reconoce las dificultades del momento económico.
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