Dos sucesos fatales relativos al accionar de Carabineros motivaron que chilenas y chilenos se tomaran nuevamente las calles de distintas comunas de Santiago y, al menos, La Serena, Valparaíso Antofagasta, Villarrica, Concepción, Talcahuano y Panguipulli; en nuevas jornadas de protestas que retrotraen al estallido social iniciado en octubre de 2019.

Ayer se determinó judicialmente que el sargento de Carabineros Juan González Iturriaga disparó seis veces su arma de servicio en contra del malabarista Francisco Martínez (27 años) el viernes 5 de febrero, en plena vía pública de Panguipulli. Le dio muerte estando el artista callejero ya en el suelo; con el sexto tiro, el cual le perforó el corazón.

También durante la jornada de ayer lunes 8 de febrero, se supo que el sargento González no quedará en prisión preventiva luego de su audiencia de formalización; dictándose por orden del juez de garantía, Felipe Muñoz, la medida cautelar de arresto domiciliario total.  

Durante esta misma j0rnada, el presidente Sebastián Piñera salió a respaldar las versiones policiales, de otras autoridades gubernamentales y de la derecha política; las cuales juzgan la evidencia como un hecho en el marco de la defensa propia por parte del sargento.

"Quiero expresar mi respaldo y mi apoyo a Carabineros de Chile, que es una institución fundamental y es la primera línea en la defensa del orden público, la seguridad ciudadana y la democracia", indicó el mandatario.

51° Comisaría de PAC

El segundo suceso fatal tuvo lugar en Santiago, durante el domingo 7 de febrero, en la 51° Comisaría de la comuna de Pedro Aguirre Cerda (PAC). En ésta, luego de ser detenido por infringir el código sanitario, apareció sin vida el cuerpo de Camilo Miyaki (también 27 años). La versión de Carabineros apunta a que el joven se habría suicidado utilizando una frazada, explicación que levantó sospechas inmediatas en la sociedad civil.

Durante buena parte del día de ayer estuvo en alto el hashtag #NadiesesuicidaenunaComisaría, el que resume el sentir de buena parte de la ciudadanía, que sospecha de Carabineros, dado la larga lista de abusos y crímenes a su haber desde el estallido social, la que ha motivado la condena de cuatro organismos internacionales por violaciones a los derechos humanos.

Sin embargo, el fiscal a cargo de indagar los hechos, Juan Cheuquiante, descartó la participación de terceros en la muerte del joven luego del análisis de cámaras en el lugar y otras pericias.

Las cámaras, según versiones de la Fiscalía filtradas a La Tercera, mostrarían que Miyaki se habría ahorcado en su celda con la frazada. Lo que debiese aclararse, en caso de ser así estas versiones, es sí hubo alguna acción de policías y/o terceros que indujeran al joven al suicidio, así como otros peritajes sobre su salud mental, previo al incidente. 

Más allá de las responsabilidades que determinará la justicia, se trata de dos muertes relacionadas a la institución policial en un lapso de tres días; una en manos directas de un funcionario  otra bajo su custodia. 

Vuelven las protestas

Todo lo anterior motivó la vuelta de caceroleos, afiches, barricadas y enfrentamientos con Carabineros en comunas céntricas y periféricas de Santiago. En Antofagasta, Valparaíso, La Serena, Talcahuano, Concepción y Panguipulli también se desarrollaron manifestaciones y choques con la policía.

INTERFERENCIA acudió a Plaza Dignidad y sus cercanías. Distintos tipos de expresiones artísticas como bailes, batucadas y malabares se mezclaron con enfrentamientos con la policía, quienes no escatimaron en el uso de gases lacrimógenos y el carro lanza agua.

Contingente policial desplegado en la alameda durante las protestas del lunes 8 de febrero. Vía: Diego Ortiz

Contingente policial desplegado en la alameda durante las protestas del lunes 8 de febrero. Vía: Diego Ortiz

En al menos tres ocasiones, efectivos policiales dispararon sus carabinas lanza gases al cielo, cayendo proyectiles lacrimógenos desde varios metros de altura hacia donde se encontraban los manifestantes.

Las aglomeraciones fueron disueltas en reiteradas oportunidades por piquetes que contaron con la presencia de múltiples carros lanza agua, lanza gases, furgones policiales y a lo menos una veintena de funcionarios de Fuerzas Especiales a pie. 

Superando las convocatorias recientes para las constantes manifestaciones de los días viernes en Plaza Dignidad, las protestas del lunes recordaron la época posterior al estallido social al desarrollarse a lo largo de todo Chile y con enfrentamientos constantes con la policía. 

Pero la de ayer no fue la única jornada de protestas, al menos no para las asociadas al asesinato del malabarista Francisco Martínez. El mismo viernes en que Carabineros le disparó al artista callejero y destruyó la animita que improvisadamente se hizo en el lugar de su muerte, manifestantes de Panguipulli se tomaron y quemaron la municipalidad de la ciudad.

El domingo, durante el funeral de Martínez en Bajos de Mena, Puente Alto, se volverían a registrar enfrentamientos. En esta oportunidad, la policía gaseó a los asistentes; entre los que se encontraba, lógicamente, la familia del malabarista asesinado.