Con relativa certeza, Schoenstatt no es una palabra que aparezca de inmediato al pensar en movimientos religiosos como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo. Sin embargo, cuando se trata de José Antonio Kast y su familia, el término adquiere relevancia: el candidato presidencial del Partido Republicano, junto a buena parte de su árbol genealógico, forma parte de esta comunidad.
El movimiento, fundado en 1914 en Alemania y establecido en Chile en junio de 1947 tras su llegada a Valparaíso, cuenta hoy con 24 santuarios idénticos en el país, donde se adora especialmente a la vírgen María. Esto responde a una de sus características esenciales: la réplica exacta del primer santuario en cada lugar del mundo donde se asientan.
La relación de la familia Kast con Schoenstatt se remonta a Michael Kast y Olga Rist, quienes, además de ser profundamente religiosos, eran devotos de la Virgen María —una práctica extendida en la Baviera alemana— y cercanos al movimiento apostólico, según relata el periodista Manuel Salazar.
La clave, sin embargo, estaría en el mayor de la familia, Miguel Kast Rist. Tras egresar de la Escuela de Economía de la Universidad Católica, donde forjó una estrecha amistad con Jaime Guzmán, ingresó a un grupo de Schoenstatt y se vinculó con el asesor juvenil del movimiento, Francisco José Cox.
Miguel Kast fue hermano de José Antonio, y en torno al movimiento también se encuentran otras figuras de la familia como Felipe Kast, así como el discípulo de Schoenstatt Mario Hiriart, primo de Lucía Hiriart.
Los seguidores y miembros de Schoenstatt no se caracterizan por llevar una vida política muy activa, contrario a lo que podrían ser otros movimientos, como el Opus Dei, donde prontamente en la década del 90 se vio a personas como Joaquín Lavín Infante teniendo espacio en distintos lugares del acontecer nacional.
Álvaro Ramis, rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, y especializado en teología, destaca que precisamente Schoenstatt, “a diferencia del Opus dei, o los Legionarios de Cristo, no ha tenido históricamente una relación con grupos de influencia política explícita, hasta ahora. Siempre ha tenido un discurso intimista, que la gente se dedique a la familia, a su trabajo, como una espiritualidad hacia el interior de la iglesia, no hacia afuera, pero con obras de colegios muy relevantes sobre todo enfocadas en la élite”.
Colegios de élite
En el sitio web de la Red de Colegios Kentenijianos –nombre que proviene del fundador del movimiento, José Kentenich–, se pueden encontrar los distintos y diversos colegios que pertenecen a esta comunidad, como el Monte Tabor y Nazaret, ubicado en Lo Barnechea, o el Campanario, ubicado en Buin y propiedad de la misma familia del actual candidato presidencial, tal como lo reveló Interferencia hace unos meses (ver artículo Campanario: el desconocido colegio de José Antonio Kast en Buin).
Según la propia página de la institución educativa, su historia comienza en marzo de 1998 consagrado bajo el patrocinio de San José. No obstante, en 2005 junto con el egreso de la primera generación del colegio se estableció la alianza con la Virgen María que fue coronada como Reina del Colegio por las familias fundadoras.
Un tercer hito ocurrió en 2018, pues se concretó la incorporación del Colegio a la red de colegios de la Fundación Pentecostés que “se sustenta en una pedagogía kentenjiana y una espiritualidad schoenstattiana”.
Casos de abuso
Como muchos de los movimientos católicos en el mundo, Schoenstatt no ha estado exento de episodios de abuso sexual o abuso de consciencia por parte de sacerdotes en contra de fieles.
El caso más emblemático es el del ex arzobispo de La Serena, Francisco José Cox Huneeus, perteneciente al movimiento y quien fuera denunciado a principios de la década del 2000 por abuso sexual en contra de menores de edad. En 2018, el papa Francisco lo expulsó del sacerdocio.
Pero han habido casos que han removido las aguas en Schoenstatt de manera soterrada, sin tanta noticia que saliera a la luz. Así fue el caso de Francisco Basañez, por muchos años sacerdote del colegio Monte Tabor y Nazaret. De hecho, un ex alumno de este establecimiento fue víctima del abuso sexual por parte de Basañez, tal como lo relató en su momento Radio Bío Bío.
Por lejos la acusación más grave son las que existen contra el fundador de Schoenstatt, José Kentenich. Una de estas, es la denuncia de abuso sexual que habría sufrido una monja perteneciente al movimiento en 1948, acorde a lo que informó La Tercera.
Quien también vivió polémica por encubrimiento de casos de abuso sexual fue el ex cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, formado al interior del movimiento de Schoenstatt, quien fue acusado por las víctimas de Fernando Karadima de encubrir las denuncias de índole sexual en contra del ex párroco de El Bosque.







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