La historia judicial de Tonka Tomicic se ha transformado en una sucesión de episodios que revelan una vida con dos rostros: la animadora elegante y carismática que regresa a la pantalla de Mega, donde el próximo 23 de agosto debutará en ¡Qué dice Chile Prime!, y la mujer que enfrenta procesos por deudas, embargos y contratos incumplidos.
En 2025 llegó el golpe más reciente. El 23º Juzgado Civil de Santiago, en la causa “González con Tomicic”, tramita la demanda ejecutiva presentada por Gladys del Carmen González Núñez, conocida como “La Cuca”, prestamista y empresaria de la noche, por un préstamo que asciende a los $183.029.990 respaldado en escritura pública.
Según el expediente, Tomicic pagó solo veintitrés cuotas y parte de la número veinticuatro, dejando impaga la mayor parte del saldo. Eso activó la cláusula de aceleración y convirtió la deuda en inmediatamente exigible. El 11 de julio de 2025 fue notificada en su domicilio de Las Condes del mandamiento de ejecución y embargo dictado el 19 de junio. Al no pagar en el acto, quedó habilitada la vía para embargar sus bienes.
La defensa de Tomicic, encabezada por el abogado Matías Undurraga Palma, intentó detener el proceso alegando pagos parciales, prórrogas, novación y exceso de avalúo. La acreedora respondió de manera tajante: en el escrito presentado por sus abogados se subrayó que el título ejecutivo cumple con todos los requisitos legales, que la deuda es líquida, exigible y no prescrita, y que solo se reconocen los pagos parciales hasta la cuota 23. El resto, una suma millonaria, justifica la ejecución.
El trasfondo añade aún más tensión. Según una fuente con acceso a la operación, Tomicic habría solicitado el dinero a González alegando que necesitaba “operar a su mamá”. Con esa historia consiguió el préstamo, pero incumplió los pagos acordados. La situación llega a su clímax en paralelo a su renacer mediático: mientras Mega la anuncia como rostro estelar y marcas de alta costura vuelven a respaldarla, su abogado declaró hace apenas tres días que “no saben cuánto está ganando la animadora y por eso no han podido negociar una forma de saldar la deuda”. Una explicación insólita: cualquier contrato televisivo de esa envergadura debió ser revisado por el mismo abogado.
Años de impunidad
El negro historial judicial de Tonka comienza en 2019 con el Caso Relojes VIP, cuando aparecieron más de 75 cheques firmados por ella y audios que la vinculaban con el contrabando de joyas y relojes de lujo, en operaciones donde estaba implicado directamente su ex marido Parived, Estrella Dinamarca, Domingo Jalil y el “rey del oro” Harold Vilches, entre otros.
En un episodio difícil de explicar, el persecutor en este caso se exculpó de perseguir a Tomicic. Curiosamente, el abogado que comenzó la defensa de la animadora era nada menos que Luis Hermosilla -quien dejó su defensa cuando estalló el caso audios-. En la vereda opuesta y defendiendo a “La Cuca” está la abogada María Leonarda Villalobos, la misma que hizo caer al jurista y parte importante de la elite financiera del país hoy investigada e imputada por este y otros casos.
El persecutor Héctor Baeza decidió no formalizar a Tomicic, a pesar de evidencia y audios que la inculpaban al menos como encubridora y del testimonio posterior de Harold Vilches, quien aseguró que le vendió oro disfrazado de plata en un negocio que dejó un saldo de $40 millones de pesos en deudas de la animadora con el traficante del preciado metal. Su imagen pública quedó dañada para siempre.
En 2021 estalló otro escándalo con un departamento en Ñuñoa que había comprado a medias la pareja de su padre con él. La mujer intentó comprar la parte que por herencia le correspondía a Tonka y su hermana pero se encontró con una desagradable sorpresa. Tras negociar un monto con la madrastra, y habiendo ella pagado la totalidad de lo solicitado por ambas hermanas, la mujer procedió a inscribir la propiedad a su nombre cuando se entera que la parte de las Tomicic había sido traspasada y vendida previamente. Aquello configuró lo que los abogados de la madrastra calificaron como una presunta estafa. El caso se extendió por años, pero ante la aplastante evidencia en su contra, la animadora optó por un acuerdo extrajudicial que cerró el litigio, aunque el episodio dejó marcada su reputación familiar y financiera.
En 2022 se destapó el escándalo de los autos de alta gama adquiridos en Kauffmann, investigado en detalle en el libro Caso Relojes. Según consta, la automotora denunció que Tomicic y Parived retiraron vehículos mediante contratos de leasing que nunca terminaron de pagar. La animadora incluso habría intentado revender uno a un primo, lo que fue advertido por funcionarios de la empresa. La deuda terminó en cobranza judicial. Meses después, aun con la cobranza en curso, Tomicic intentó replicar el mismo esquema en una automotora de La Serena, pero la dueña sospechó y le negó el crédito.
Todo parece repetirse como un patrón. En el Caso Relojes, ella le recomendaba en un audio recabado por la PDI de la intervención al teléfono de su marido imputado, Parived, “hacerse el hueón” para no incriminarse ni despertar sospechas de la policía. Hoy, con un expediente judicial en curso y un embargo inminente, Tonka parece repetir la misma estrategia. Su carrera intenta levantarse desde Mega, pero los tribunales la persiguen con la misma contundencia: si no paga, el embargo se materializará en los próximos días.
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