Brasil

Gobernadores, alcaldes e incluso su propio ministro de Salud parecen darle la espalda al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en medio de su estrategia de ignorar el avance del coronavirus en su país. Mientras algunos califican al presidente de un "peligro para la salud pública", el impeachment suena fuerte en una ciudadanía enojada, que hace días que protesta con cacerolazos.

El ex mandatario fue liberado tras una resolución de la Corte Suprema de su país que beneficia a miles de personas encarceladas que no han pasado por todo el proceso penal. Ante la noticia, el presidente Jair Bolsonaro fue más cauto de los habitual, aunque respaldó a su ministro de justicia Ségio Moro, quien fue quien encarceló a Lula y quien está fuertemente cuestionado por las filtraciones de The Intercept que demuestran que actuó parcialmente.