Tres semanas después de que su padre asumió la presidencia de Chile por segunda vez, Cristóbal Piñera Morel apareció en la creación de dos sociedades de inversiones. Ambas escrituras fueron consecutivas, se hicieron el mismo día a minutos de diferencia. Eso fue un año antes de que él, junto a su hermano Sebastián, aparecieran en la constitución de Kauai Labs como miembros del directorio.

Esa última empresa, inscrita sólo 30 días antes de que ambos hermanos participaran de la gira presidencial a China y Corea del Sur, tenía como objetivo la comercialización de productos y servicios relacionados a la robótica, lo que desató una fuerte polémica en el trayecto, que al final terminó por tomarse el viaje, más aún luego de que participaran de una reunión con empresarios que representan a varios gigantes de la tecnología en Asia.

Así, el 29 de marzo de 2018, día del Joven Combatiente, y cuando su padre no cumplía un mes al mando del país, se crearon otras sociedades que quedaron fuera del fideicomiso voluntario al que se sometieron los hijos del presidente, una medida que fue anunciada con bombos y platillos y que contó con amplia difusión de la prensa.

Y aunque entre Kauai Labs y las otras dos sociedades de inversión no existe el mismo objetivo, sí hay un denominador común: Juan Turner Fabres, abogado y socio del bufete Grasty, Quintana, Majlis & Compañía.

Turner, ese día, constituyó Inversiones Oahu, cuyo capital social asciende a un millón de pesos y donde quedó como administrador Cristóbal Piñera Morel, facultado para representar a la sociedad tanto en Chile como en el extranjero; y luego formó Inversiones Kahuai de una manera casi idéntica, donde quedaron como administradores el mismo Cristóbal Piñera Morel junto a su esposa Sofía Marín Siebel. El capital de ésta fue mayor, eso sí: 100 millones de pesos. Ambos nombres, por cierto, hacen referencia a lugares que conforman el conjunto de las islas de Hawái.

A raíz de estos antecedentes, todo parece indicar que Turner no es más que el rostro visible de las distintas sociedades que integran los hijos del Presidente. Este abogado de la Universidad Católica, con estudios de posgrado en la Universidad de Chicago, se especializa en derecho corporativo, con énfasis en el mundo financiero, en especial el mercado de capitales. Además, cuenta con experiencia a la hora de comprar y vender empresas, según su perfil que figura en la página Web del bufete Grasty & Cia. Ahí también lo destacan como asesor de inversionistas extranjeros que quieran arribar en Chile.

En el pasado, Turner se desempeñó como asociado en Carey, uno de los estudios de abogados de mayor envergadura en el país, así como también en oficinas especializadas en Nueva York. Aparentemente, su bagaje en los distintos temas de las leyes es amplio y extenso. Representa algo así como al profesional chileno, de 34 años y de clase alta, que en poco tiempo completa una carrera con importantes títulos universitarios, se vuelve abogado del hijo de Piñera y socio de un importante bufete, como lo es Grasty, Quintana, Majlis & Compañía (GQM).

Basta con revisar las escrituras de las sociedades que integra Cristóbal Piñera Morel para saber que no es solo Juan Turner quien está involucrado con el hijo del presidente, sino que también otros profesionales de GQM.

Este estudio tiene prestigio dentro del rubro. De hecho, una flamante llegada a las filas de GQM se produjo en marzo de 2018, cuando arribó como consejero Jorge Burgos, militante de la Democracia Cristiana y ex ministro del Interior. Dentro del sitio web del bufete no se describe bien cuáles son las funciones que ha desempeñado el también ex diputado, aunque en el suplmento cultural de La Tercera, Culto, en febrero de ese mismo año se relató que se había incorporado a la defensa de dos de los hijos de Nicanor Parra en contra de Colombina, otra de las hijas, para impugnar el testamento dejado por el antipoeta. 

El estudio fue creado en 1987 y tiene como principales rostros a sus fundadores. Arturo Majlis se especializa en arbitrajes y litigios, además de ser vicepresidente de Embotelladora Andina. Michael Grasty maneja clientes nacionales e internacionales “en diversas áreas tales como software, telecomunicaciones, energía, retail, salmonicultura, minería, entre otras”, según consigna la página Web de ese bufete.

Además, Grasty es director de Fundación País Digital, la organización históricamente presidida por el fallecido Agustín Edwards Eastman, donde comparte el consejo directivo con empresarios como Andrés Navarro, dueño de Sonda, una multinacional de soluciones tecnológicas. Fue el mismo Navarro quien las hizo de inversionista de uno de los primeros emprendimientos de Cristóbal Piñera Morel, con la red social Hopin.

De hecho, Hopin SpA, sociedad involucrada en ese startup, tuvo una modificación el 27 de marzo de 2013, donde pasó a llamarse Happy Bunny SpA, con dos únicos accionistas: José Tomás Daire –actual miembro del staff de Hopin– y Piñera Morel. Sin embargo, en la segunda y última escritura de Happy Bunny SpA que aparece en el diario oficial, hecha el 27 de julio de 2018, ya no se encuentra más al hijo del presidente. Ahora, como accionista, además de Daire, está Juan Turner Fabres. El abogado de Cristóbal Piñera Morel.