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Martes, 16 de Abril de 2024
Segunda parte

Las contradicciones en la biografía de Cristóbal Yessen

Lissette Fossa
Carlos Muñoz*

Su gran orgullo es su pasado como boxeador profesional, experiencia que hoy enseña a niños y niñas del Sename. Pero no existe indicio alguno de su paso por ese deporte. Es más, una asociación internacional inexistente y una extraña cuenta de Twitter vinculada a ésta hacen pensar que se trata de un ardid. Quién estaría detrás de ello es su padre adoptivo.

Admision UDEC

Hace unos años Cristóbal Yessen y su entonces polola fueron asaltados en la calle. Ante la impotencia de no poder defenderse, decidió convertirse en boxeador. Pocos años después, en 2015, se coronó campeón de la Atlantic Boxing Organization (Organización de Boxeo del Atlántico, ABO por su sigla en inglés) en la categoría superwélter en una pelea realizada en Mendoza. Esta es la historia que ha repetido en varias entrevistas a medios de prensa.

Desde entonces, gran parte de sus actividades giran en torno a este deporte. En sus charlas para niños del Sename habla de ello y actualmente tiene un gimnasio donde le enseña boxeo a adolescentes.

El problema es que no existe ningún indicio de que haya sido profesional en esta disciplina, como afirma en su cuenta de Twitter, y menos aún que haya ganado un campeonato. Al revisar en mayor profundidad su carrera de boxeo crece la sospecha de que se trata de una construcción imaginaria, pero cuidadosamente planificada. Y el cerebro y ejecutor de ello sería su padre adoptivo, Claudio Rodríguez Yessen, con Cristóbal simplemente desempeñando el rol asignado.

Nadie del mundo del boxeo ha escuchado hablar de la Atlantic Boxing Association y en internet no existen páginas oficiales sobre ésta. Sin embargo, la ABO sí tiene una cuenta en Twitter, @ABO_Account, la que sólo acrecenta las dudas. Esta se creó en mayo de 2015, el mismo mes en que Yessen ganó el título de esa asociación. Titulada ABO Official Account (Cuenta Oficial de ABO), dice que fue creada en Estados Unidos, pero sólo envía mensajes en español.

A partir de septiembre de 2017 la cuenta se silenció, por lo que sólo estuvo activa poco más de dos años, período en la que la ABO sólo se dedica casi exclusivamente a retuitear anuncios de boxeo de otros medios. Pero hubo unas pocas excepciones en que la asociación escribió directamente un mensaje para felicitar a un boxeador y sólo a él: Cristóbal Yessen.

A pocos días de haber sido creada, la cuenta de esta asociación de boxeo tuiteó: “Un gran saludo a @CristobalYessen, gran boxeador, deportista y buena persona”. Y un año después felicitó a Yessen por haber recibido el “Premio Boxeador ABO 2016”, una condecoración de la cual nadie en el mundo de ese deporte ha escuchado hablar. “Felicitaciones al púgil profesional @CristobalYessen elegido como el mejor púgil de la ABO”, tuiteó la cuenta el 20 de junio de ese año.

Curiosamente, la cuenta de ABO no lo felicitó cuando ganó el campeonato, pese a haber anunciado la pelea tres semanas antes.

Cuando Yessen comenzó a contar la historia de sus triunfos a la prensa, nadie pareció dudarlo. “El 31 de octubre de 2015 fue un día de consagración para Cristóbal Yessen. Tras derrotar al argentino Franco Roldán, el representante chileno se coronó como flamante campeón de la Organización de Boxeo del Atlántico. Significó el cierre de años de trabajo y esfuerzo, que contrastan por completo con su duro inicio”, escribió El Mercurio en un perfil publicado en enero de 2018 y titulado: “Del Sename a campeón del Atlántico: La increíble historia de superación del boxeador chileno Cristóbal Yessen”.

Hasta hoy no existen imágenes de ese triunfo. Todas las fotografías en su web y en redes sociales relacionadas a ese campeonato son de estudio. De hecho, nunca se han visto fotos de Yessen disputando una pelea en cualquier ring como boxeador profesional. En la cuenta de ABO tampoco hay imágenes del combate de Yessen en Mendoza, donde habría ocurrido el torneo. Su oponente en 2015, el argentino Franco Roldán, no aparece en los registros de boxeadores profesionales de Argentina y sólo tiene un perfil de Facebook de ese año.

INTERFERENCIA consultó sobre este tema al boxeador Luis Valenzuela, presidente de la Comisión de Boxeo Profesional de la Federación Chilena de Boxeo, con más de 20 años de experiencia. Valenzuela explicó que todos los boxeadores profesionales de la federación tienen una licencia profesional, y que según la información que maneja, Cristóbal Yessen no tiene esta licencia. Sin esta licencia, tampoco podría competir en torneos oficiales. El deportista tampoco ha escuchado hablar, en toda su carrera, sobre la ABO. “A él no lo conozco, pero quiero ser claro que no digo que no sea boxeador, en este país hay libertad de afiliación deportiva, por lo que es posible que esté afiliado a otra entidad que yo no conozca”, explica Valenzuela.

Cuando Radio Villa Francia consultó a Claudio Rodríguez y Cristóbal Yessen sobre algún registro del triunfo en Mendoza, su padre adoptivo respondió que él no pudo viajar a Argentina y que no logró obtener videos o fotos de los asistentes y organizadores.

La adopción

Yessen ha contado que a los siete años se escapó de un hogar del Sename. Según ha dicho en entrevistas, a esa edad fue adoptado por Claudio Rodríguez Yessen, adquiriendo el segundo apellido de este. Los motivos de usar ese nombre de familia no están claros.

Según su registro de nacimiento, Cristóbal Lautaro Campos Suazo nació el 4 de febrero de 1984. Ese era su nombre hasta principios de 2012, cuando cambió su apellido, según afirma. Documentos oficiales evidencian que sus padres biológicos son Miguel Campos y Judith Suazo, con quienes afirma perdió contacto desde su niñez. En su certificado de nacimiento oficial no aparece su registro de adopción, ni aparece como padre Claudio Rodríguez Yessen, que es lo que corresponde en caso de una adopción formal.

Claudio Rodolfo Rodríguez Yessen, en tanto, nació el 24 de octubre de 1975, por lo que tiene solo ocho años y cuatro meses más que Cristóbal. Si fue adoptado a los siete años, sea informalmente, su nuevo padre tenía sólo 15 años de edad. Tal vez consciente de lo extraño que resulta tener tan pocos años más que su hijo adoptado, Claudio Rodríguez suele decirle a la gente que tiene más edad. Hace un par de años afirmó a periodistas de Radio Villa Francia que tenía 52 años.

Durante un tiempo, dos personas del equipo de Radio Villa Francia apoyaron a Claudio y Cristóbal en algunos talleres en el Sename. Asistieron con ellos a charlas para niños del Sename en Til - Til y en Playa Ancha. Cristóbal hablaba muy poco, sólo algunos minutos, y repetía la historia de su asalto que lo hizo convertirse en boxeador. A veces señalaba que había sido asaltado a la salida del Mall Florida Center, en otras ocasiones decía que había sido en el Mall Parque Arauco o en Arauco Maipú, y en una entrevista a otro medio aseguró que había sido en el Mall de Viña del Mar.

En las charlas que realizó en dichos recintos del Sename, se refirió a los asaltantes como “flaites”. Esto hacía cambiar los rostros de los muchachos que lo escuchaban, incómodos. Ese relato y la precaria forma de expresarse no coinciden con el lenguaje que Cristóbal Yessen utiliza en redes social, en especial Twitter. Tras un tiempo, la radio corroboró que quien escribe y maneja todas las redes sociales de Cristóbal es su padre Claudio.

De pocas palabras

Quienes conocen a Cristóbal Yessen en persona, confirman que el joven es callado, tiene dificultades para expresarse y para pronunciar, y que es más bien de frases cortas. En caso de realizar charlas a niños o de entrevistas presenciales, siempre lo acompaña Claudio Rodríguez. Él maneja sus redes sociales y su agenda y vigila cada interacción suya.

Así también ha ocurrido con periodistas y activistas que han tenido contacto con él. Todos coinciden que siempre se negaba a entrevistas presenciales. Cuando éstas fueron posibles, era escueto y quien se explayaba sobre su historia era Claudio, a quien presentaba como su padre. Uno de los periodistas consultados afirma que en una ocasión, en una entrevista telefónica, le llamó la atención que Cristóbal Yessen tuviera otro tono de voz y otra forma de hablar. Le consultó por esto, y éste habría afirmado que se debía a que había hecho un curso de dicción y oratoria. Tiempo después supo que en realidad había hablado con Claudio, no con el boxeador.

Si bien la mayoría de la prensa ha repetido la historia de Yessen como él y su padre la han contado, las dudas en torno al personaje no son nuevas. Hace unos años, la revista Sábado de El Mercurio decidió no publicar una larga entrevista y perfil debido a que encontraba muchas inconsistencias en sus relatos. Cuando insistieron con varias preguntas adicionales para verificar algunas cosas, Claudio Rodríguez les pidió no publicar. De todos modos, los editores ya habían tomado esa decisión antes.

Cristóbal y Claudio Yessen viven en un departamento en Las Condes, cerca del hospital Dipreca, como pudo corroborar Radio Villa Francia. Cuando INTERFERENCIA asistió a su casa para poder hablar con Cristóbal, Claudio Rodríguez se excusó con que el joven estaba convaleciente y no podía atender a la prensa. Vecinos consultados sobre su estadía o sus salidas a la clínica afirmaron que el joven hace dos semanas que estaba en su departamento y no salía de ahí.

Según el Sename, Cristóbal Yessen no registra actualmente cursos o capacitaciones que se estén realizando en recintos de la institución. Sus talleres anteriores han sido esporádicos y no han sido, como él afirma, 100 veces.

Sobre sus actividades como activista de derechos humanos también hay incongruencias. Una de ellas, por ejemplo, es el hecho de que en julio de 2019 afirmó que asistiría en agosto de ese año a un encuentro de Young For Human Rights, lo que anunció en su cuenta de Twitter. Sin embargo, ese encuentro se realizó ese año entre el 27 y 29 de junio, antes incluso de que anunciara su participación en redes sociales.

Tras el atropello y golpiza que habría sufrido el 22 de octubre en Las Condes, que según él y su abogado Fernando Leal fue un intento de homicidio relacionado a su activismo social, nadie excepto su círculo íntimo lo ha visto. En Twitter, eso sí, siguió bastante activo hasta anunciar el viernes pasado que se iba a retirar un tiempo de las redes sociales para centrarse en su recuperación.

*Carlos Muñoz es comunicador y editor de Radio Villa Francia.



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Comentarios

Comentarios

Gracias

Hola, muy buenos artículos. Saludos!

Qué lamentable historia. Fui de las personas que me condolí con su historia e hice un aporte económico para su recuperación, pero más allá de eso, lo que me preocupa es que un niño que tan tempranamente vio vulnerados sus derechos, hoy siga en esa misma condición.

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Otro personaje de barro de la farandula progre de twitter que cabalgan como caballeros de la superioridad moral en su pony multicolor y diverso. lo peor es que están buscando a toda costa de desacreditar la historia que ofrece este sitio web, porque les ataca a uno de esos personajillos llámese: huacha comunista, baradit, pipe henriquez y como olvidar al ozu garay y su cancer fase 20 que obtuvo en fukushima. me llama la atención además que más que el no-boxeador, esté siendo manipulado por este tal claudio rodriguez hmmmm, algo huele mal en dinamarca...

Me llego el aviso de su “atropello y golpiza” a un grupo de what’s app de la seleccionada nacional Cata Carrillo. Dijo que era “su hermano” y que estaba “grave”. Me pareció muy raro en ese momento porque no coinciden los apellidos y ella había posteado cosas de su familia en Instagram y no hay mención de un pasado en el sename. Pensé que quizás eran cercanos y solo ella usaba “hermano” como un modo de decir. No se, raro todo.

Recuerdo hace unos años atrás el inició una campaña de donaciones de regalos y aportes para hogares en navidad, en esa ocasión juntamos plata para comprar un televisor en un hogar de Concepción, después de varias semanas nos mandaron una "foto" donde se veia la tele en el hogar. Ahora empiezo a dudar de que realmente la hayan comprado. ¿Para que otra razón inventar tanto historia si no es para engañar a la gente?

Muy buenos los artículos y entrevistas. Espero suscribirme, pero no he podido, soy pensionado. Les deseo larga vida informando verazmente.

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