Enlace permanente Enviado por Ana María Martínez el Dom, 04/03/2022 - 21:58
Creo que llego el fin de nombramientos inútiles y de ser reemplazados por otros más acorde con la vida ciudadana y social que hacen tanta falta cuando se hace mención constantemente a la participación de sectores más carenciados como la atención a las tomas y lugares de gran necesidad de nuestra población. Las iglesias y especialmente la católica, debería dejar la pompa de altos cargos y bajar a sus parroquias con ayuda más directa con la gente. Hoy día no se encuentran curas para hacer misa ni tampoco para responsos de difuntos y curiosamente se cobran altos precios para un matrimonio, bautizos en donde se olvida el sacramento que se vende como durante la Reforma de Lutero con las indulgencias, ya que el Papa estaba sin dinero para mantener campañas bélicas y un tren de vida lleno de lujos en el Vaticano.
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