La actitud del obispo auxiliar de Santiago y de los otros conventos carmelitas Descalzas, no se condice con lo que tanto ha planteado la iglesia hoy, que es la sinodalidad, con la acción de estos personajes hechan por tierra todo lo dicho al respecto, seguimos con una iglesia jerarquía, autoritaria y piramidal, no son capaces de respetar las opiniones diferentes. Se olvidan que los tiempos han cambiado y todos tenemos derechos a opinar. La declaración de las religiosas de San José de Maipo, es más clara, evangélica y humanitaria, que la emitida por la Conferencia Episcopal de Chile. Creo que los obispos deben terminar con indicarnos que debemos hacer, los laicos y religiosas hemos crecido y debemos escuchar que nos dice Jesús en ese encuentro personal que cada día tenemos por medio de la oración. Hoy faltan obispos comprometidos con la verdadera causa del Evangelio de Jesús, que es la acogida y acompañamiento por amor. No más censura y amenazas.