Palestino

La primera rueda del torneo chileno dejó más preguntas que certezas. El juego mejora por momentos, pero el sistema no lo acompaña. Hay equipos que ilusionan, pero un modelo que no los sostiene. El fútbol nacional es como un buen volante creativo rodeado de compañeros que no entienden la jugada.

Que Palestino y Audax estén peleando el título no es solo una anécdota. Es la expresión de un fenómeno social: el fútbol como espacio de resistencia identitaria, en un país que —aunque ya no es el mismo del siglo XX— sigue reconociendo en estos equipos una historia viva.

¿Cuál será la siguiente estación? ¿El retiro? Difícilmente un club grande del primer mundo quiera contar con sus servicios y es mucho más difícil aún que él quiera dirigir algún equipo o selección de este lado del orbe. Menos la chilena, considerando el pésimo momento que pasa. Tal vez se retire a lo lejos, a lo Claudio Bravo, que marca tendencia mostrando que no existe algún tipo de obligación moral de retirarte en el club de tus amores o el que te vio nacer.