Camila Rivera

En el año 2000 el entonces presidente Ricardo Lagos dijo en la Conferencia Preparatoria de Durban que “en Chile no hay negros porque se murieron de frío". Un grupo de afrodescendientes de Arica -descendientes de la trata transatlántica de esclavos africanos- le dijo a Lagos “aquí estamos”, iniciando un trabajo que los llevó a su reconocimiento legal como pueblo en 2019.

Mientras en Estados Unidos los disturbios no paran y se vuelven cada vez más violentos, la ciudadanía mundial ha solidarizado a través de redes sociales con hashtags como Black Lives Matter o Black Out Tuesday por el asesinato de George Floyd. Pero Chile también tiene un largo historial de abusos, violencia e incluso asesinatos en contra de la población negra.

Pese a que en abril de 2019 se dio reconocimiento legal al pueblo tribal afrodescendiente chileno, hoy diversas organizaciones señalan que no son considerados en este momento constituyente. "El escenario político continúa perpetuando la historia colonial de este Chile, restringiendo la participación efectiva de los afrodescendientes”, dice parte de la carta entregada el lunes 23 de diciembre en La Moneda.