Ernesto Llaitul

El hijo de Héctor Llaitul, que fue inicialmente dado por muerto en el enfrentamiento en que murió Pablo Marchant, afirma que “la única forma de expulsar a las forestales es a través del sabotaje". Sobre la acción que también dejó a un trabajador gravemente herido, dice que “mis peñis creen que fueron Carabineros, porque disparaban ráfagas”.

Al interior del ex fundo Pidenco en Lumaco hoy se practica la autonomía y control territorial. Ahí se desarrolló desde el domingo el velorio de “Toñito” como le llamaban sus cercanos, quien murió al interior del fundo Santa Ana Tres Palos de la forestal Mininco (CMPC). Al lugar, llegaron más de mil personas y autoridades ancestrales de diferentes identidades territoriales mapuche.

Su círculo cercano le llamaba “Toñito” y lo despedirán en un eluwun, es decir, en un funeral tradicional para despedir a un weichafe (guerrero). “Vivió como quiso vivir, bajo sus convicciones”, dice Héctor Llaitul. Pablo Marchant será enterrado en un lugar en proceso de recuperación territorial.

El líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) aclaró en INTERFERENCIA que al momento de ir a reconocer el cuerpo vio que se trataba de otro weichafe; Pablo Marchant. "Estamos consternados. Murió combatiendo en una acción de sabotaje a la Forestal Mininco, en una faena custodiada por Carabineros, por lo que lo vamos a reivindicar”.