Guido Manini Ríos

En los últimos tres meses en cuatro países sudamericanos se ha decretado estado de excepción o de emergencia para reprimir protestas sociales, movilizando el ejército en labores de orden público y seguridad interior. Debido a la represión han muerto 66 personas y diversos organismos internacionales han registrado abusos y violaciones a los derechos humanos que ponen en entredicho la imagen democrática que la derecha ha intentado construir en las últimas décadas.

Aunque son países pequeños, lo que ahí pase en términos electorales puede transformar los equilibrios ideológicos de una región que está cada vez más inestable. Si bien los sondeos indican que los candidatos oficialistas y progresistas, Evo Morales (Bolivia) y Daniel Martínez (Uruguay), ganarían una primera vuelta, también dicen que perderían en un eventual balotaje contra las derechas unidas. Una posibilidad que no se ha dado en casi 15 años.