Pablo Mariman

En la entrada del camino de Forestal Mininco donde asesinaron al weichafe de la CAM, Pablo Marchant, cuelga un lienzo de comunidades mapuche que están en recuperación territorial. Una de ellas es José Loncolí, que en 1908 consiguió acreditar parte de su territorio a través del Título de Merced. En dictadura, un campamento militar resguardaba las faenas. Hoy son carabineros.

En 1860 este oficial del Ejército fue nombrado intendente de Arauco e inició la invasión militar del Gulumapu, rompiendo el Tratado de Quillín de 1641 que reconocía la soberanía mapuche sobre los dominios al sur del río BioBio. En menos de 25 años los mapuche pasaron de tener 10 millones de hectáreas de tierra a sólo unas 500 mil. Hoy los habitantes de Puerto Saavedra quieren cambiar el nombre de la comuna.

Esa carta magna, la de mayor duración en la historia política de Chile, además de desconocer el territorio mapuche y afincar el principio de soberanía nacional, fortaleció la construcción de una nación homogénea -que a través de la fuerza- intentó que los indígenas fuesen chilenos.

Este académico e investigador mapuche asegura que las iniciativas del gobierno en materia indígena -las que fueron refrendadas por Sebastián Sichel, el nuevo ministro de Desarrollo Social- insisten en contradecir el espíritu del Convenio 169 de la OIT suscrito por Chile. “Es francamente patético que el subsecretario de gobierno, Ubilla, aparezca comprando tierra indígena cuando de acuerdo al estado de derecho debiera estarlas protegiendo”.